A lo largo del artículo repasaremos la trayectoria deportiva de Vicente Cantatore, especialmente su paso por Valladolid
Vicente Cantatore Socci nació en 1935 en Rosario, la cuna del fútbol argentino. Pese a ello tiene la doble nacionalidad chilena por su madre.
Como jugador
Se crió en una familia humilde, y fue en la calle donde empezó a destacar con una pelota en los pies. Su gran habilidad le hizo unirse a las categorías inferiores de Talleres de Belgrano, y con apenas 20 años ya jugaba en un grande del fútbol argentino como San Lorenzo de Almagro, fue allí donde se consagró como jugador profesional.
Pese a no ser un jugador de alto nivel, tuvo una exitosa trayectoria en la que vistió diversas remeras como la de Tigres, Talleres de Córdoba, Santiago Wanderers o Concepción entre otras.
Finalmente en 1973, con 38 años se retiró del fútbol.
Como entrenador
Esta es la faceta en la cual destacó notablemente Cantatore, y en la que nos dejó diversas anécdotas….
Empezó su carrera en el mismo club que finalizó la de jugador, C.D. Concepción, en 1975.
Cinco años más tarde llegó al C.D. Corberola, donde solo estuvo tres exitosas temporadas, conquistando dos veces la liga chilena, y llegando a dos finales de Copa Libertadores seguidas, pese a perder las dos.
Tras dos años sin equipo, decidió sentarse en el banquillo de la selección chilena, donde apenas dirigió un partido por problemas con el presidente de la federación nacional.
Primera etapa en el Valladolid
A comienzos de la temporada 85-86, dio el salto a Europa para entrenar a un equipo que venia de ganar su primer y único título, la Copa de la Liga, el Real Valladolid. Tras una fantástica temporada, decidió presentar su dimisión por disputas con la directiva tras la falta de refuerzos.
Segunda etapa en Pucela
No obstante, en abril de 1987 anunció su vuelta. Tras dos campañas exitosas, llegó el premio para una de las mejores plantillas de la historia pucelana, la cual contaba con jugadores como Fernando Hierro o Jose Luis Minguela. El equipo de Zorrilla jugaría su segunda final de Copa del Rey de la historia en la que tras un polémico partido, el conjunto de Vicente Cantatore cayó derrotado por el Real Madrid (curiosamente, esta final se jugó en el Vicente Calderón).
A pesar de ello, consiguió meter al equipo en Europa, disputando de esta manera la Recopa de Europa al año siguiente.
El trabajo bien hecho en la capital del Pisuerga, le llevó a un grande como el Sevilla, donde solo estuvo una temporada, en la cual el equipo hispalense disputó la Copa de la UEFA.
Pasaron los años, y nuestro carismático entrenador estuvo vagando por diversos y prestigiosos banquillos sudamericanos, como los de Universidad Católica, Rosario Central o Colo-Colo.
En 1994 volvió a La Liga, para dirigir a dos equipos, de los cuales alguno nos produce nostalgia todavía. Estamos hablando del Tenerife y la UD Salamanca. En todos estos, su paso fue fugaz, y por fin Cantatore volvía a casa.
En la temporada 97, Vicente se volvía a sentar en el banquillo de Zorrilla y conseguía la segunda clasificación a la Copa de la UEFA del Real Valladolid. Gracias al gran trabajo realizado, el entrenador argentino fue galardonado con el premio Don Balón al mejor entrenador del año.
Pero de repente sucedió algo histórico
La siguiente temporada se preveía apasionante, pero el 16 de septiembre se produjo un hecho histórico en la historia de fútbol español y especialmente del Real Valladolid. Vicente Cantatore fue despedido en directo, delante de millones de oyentes que estaban escuchando el programa de Ramón García en la cadena COPE.
Al gran periodista español se le ocurrió la maravillosa idea de llamar al queridisimo y a la vez testarudo Vicente Cantatore y a los hijos del presidente del Real Valladolid en aquellos años Marcos Fernandez, sabiendo los “rifirrafes” que había habido anteriormente entre estas personas. Finalmente, y tras un fuerte intercambio de palabras, el hijo del presidente vallisoletano pronunció unas palabras que pesaron como una losa en los aficionados del Valladolid: “Te voy a dar el gustazo de anunciarte ahora mismo, que estas automáticamente destituido.”
Tras este gravísimo incidente, miles de aficionados vallisoletanos se congregaron en torno al domicilio del entrenador sudamericano para mostrarle su apoyo, y más de un tercio de los socios que poseía el equipo, decidieron no renovar su carnet la siguiente temporada como signo de protesta.
Finalmente, y tras un fugaz paso por Sporting de Portugal, y Real Betis, terminó su carrera en el año 2001 en el Real Sporting de Gijón.
Pese a no ser un entrenador que dirigiese a un equipo durante muchos años (en el Real Valladolid solo estuvo cuatro), se le guarda un gran cariño dentro de la afición pucelana por lo carismático y cercano que fue. Sin duda, uno de los mejores entrenadores de el Real Valladolid.