Después de meses de culebrón, el bosnio se convertirá en nuevo defensor de la zamarra culé
Fin del culebrón. Una hora y media después de que el Barça anunciara, a las 17.08h, el acuerdo con la Juventus para la venta de Arthur Melo, el club azulgrana anunció también la contratación del mediocentro bosnio del club turinés, Miralem Pjanic. El todavía jugador de la ‘Juve’ firmará por cuatro temporadas con el FC Barcelona (hasta el final de la 2023/24) y tendrá una cláusula de 400 millones de euros.
La operación ha dejado dudas entre la afición culé, pero lo que está claro es que el conjunto azulgrana se ha hecho con los servicios de uno de los mejores mediocentros organizadores del panorama internacional. La operación entre ambos clubes se ha cerrado con el traspaso de dichos jugadores más otros diez millones de euros que el club italiano deberá abonar al FC Barcelona.
Ambos jugadores, eso sí, permanecerán en sus actuales clubes hasta que ambos finalicen todas las competiciones oficiales en las que siguen vivos (Liga y Serie A y UEFA Champions League en el próximo mes de agosto).
Las formas, quizá lo peor del trueque
Extraño momento, y extrañas formas de realizar este traspaso. Apenas dos años después de su llegada a Barcelona, y después de diversas polémicas por asuntos extradeportivos, Arthur se ha visto forzado a salir del que en teoría era el club de sus amores por parte de una directiva que había centrado sus miras en Miralem Pjanic.
Hablando del bosnio, y pese a su veteranía (ha cumplido 30 años este pasado mes de abril), está claro que el Barça se ha hecho con un auténtico jugón. Quizá hubiese sido preferible hacerse con sus servicios un par o tres añitos antes, pero la realidad es que la calidad del futbolista de la Juventus es incuestionable.
Ha pasado por clubes grandes de Francia e Italia, como lo son el Olympique de Lyon, la AS Roma y la Juventus de Turín, y ha sabido hacerse un hueco en todos y cada uno de ellos. Eso sí, en zonas de influencia distintas sobre el terreno de juego. Empezó casi como mediapunta en Francia y, poco a poco, ha ido retrasando su posición sobre el césped para convertirse en un ‘regista’, un cinco clásico en Italia.
El Barça ficha a un jugón contrastado y con ADN culé, pero que no pasa por su mejor momento
Esta temporada, eso sí, no ha sido un año de ensueño para el bosnio, pese a que se esperaba que siguiese siendo una figura esencial bajo el esquema de Maurizio Sarri. Miralem Pjanic no ha tenido su mejor temporada, y no sabemos si será el principio del fin de su carrera o si, por el contrario, simplemente será un breve bajón.
Queda por ver si la decisión del Barça acaba siendo correcta o no. ¿Es mal negocio? No, teniendo en cuenta que se ingresa dinero en efectivo y que se consigue a un centrocampista de talla mundial. ¿Puede llegar a ser un mal negocio? Sí. Sobre todo, si Arthur acaba convirtiéndose en el centrocampista que parece que será en un futuro.
Lo único cuestionable, es eso mismo: vender a un jugador de veintitrés años a cambio de uno de treinta a los que, teóricamente, se les atribuye el mismo valor. Cuadre de cuentas como el que se hizo con Cillesen, aunque esta vez, mucho más a lo grande. Fichajes buenos; gestiones malas.