Los insulares se meten en la lucha por la permanencia tras una gran actuación ofensiva ante el Celta
El Mallorca arrolló al Celta en Son Moix endosándole cinco goles en una exhibición de acierto de cara al gol. También tuvo que ver la apatía inexplicable de los celestes en defensa, que no fueron capaces de evitar una derrota abultada. Anotaron Budimir por partida doble, Pozo, Salva Sevilla y Cucho por parte de los locales. Iago Aspas fue el goleador visitante con un gol desde el punto de penalti. Este resultado deja al Mallorca a cinco puntos de un Celta que marca el límite de la permanencia.
Una primera parte de color bermellón
A pesar de que los primeros intentos fueron del Celta, el Mallorca dispondría de un penalti antes de los diez minutos de juego. El VAR estuvo revisando la acción más de cinco minutos y acabó pitando una pena máxima muy dudosa. Sea justo o no, Ante Budimir resolvió desde los once metros para poner el 1-0 en Son Moix. El conjunto celeste no se arrugó y tuvo su primera gran ocasión con un cabezazo a la salida de córner. Sin embargo, Reina realizó una gran parada sobre la misma línea de gol.
Por su parte, el Mallorca metía casi todo lo que tenía. El 2-0 llegó antes de la media hora. Lo marcó el Cucho Hernández con un gran disparo tras un recorte. Los bermellones estaban desatados y antes de cumplir el minuto 45, Pozo lograría el tercer gol que confirmó que al Mallorca le salía todo.
El Celta seguía intentándolo y Nolito casi nos dejó una maravilla con un intento de gol olímpico que dio en la cruceta. En general, la primera parte se resume en un partido muy entretenido cargado de ocasiones de ambos equipos.
Más de lo mismo en el segundo periodo
El conjunto vigués empezó la segunda mitad muy fuerte y provocó un penalti apenas a los cinco minutos. Álex Pozo derribó a Santi Mina y Aspas no perdonó, ejecutando la pena máxima a la perfección. No se amedrentó el Mallorca, pues a los pocos minutos Budimir firmó su doblete definiendo a la perfección ante Rubén. Esto estuvo lejos de apaciguar a un Celta que seguía intentándolo con todo lo que tenía.
Sin embargo, el Mallorca seguía metiendo absolutamente todo. La manita llegó a la hora de partido con un golazo de Salva Sevilla que terminó sentenciando el partido. Los de Vigo dominaban en posesión y en acercamientos pero los locales eran letales gracias, en parte, a la preocupante pasividad defensiva del Celta. No podemos quitarle mérito tampoco a los bermellones, que desprendían creatividad y acierto de cara al gol.
El Celta seguía intentándolo pero no era capaz de recortar distancias ni de maquillar el resultado, ya sea por falta de acierto o por paradas de Manolo Reina. La creatividad en el juego celtiña tampoco estaba muy presente y no eran capaces de hacer daño a un Mallorca que, ya en los últimos minutos, aguantaba en su campo para acabar el partido cuanto antes.
