Siempre escuchamos que sin Messi, Xavi, Iniesta y otros jugadores, Guardiola no hubiera ganado tantos títulos, pero ¿Hasta que punto es cierto?
Fuente: FC Barcelona |
Está claro que con grandes jugadores te puede resultar más fácil ganar partidos, pero no solo depende de los jugadores. Pues muy buenos jugadores que tenga un equipo, si no tiene una estructura y una idea de juego, no conseguirá los objetivos a largo plazo.
Lo primero que hizo Guardiola nada más llegar al Barça fue echar aquellos jugadores más problemáticos, aunque eso significara la marcha de grandísimos jugadores como Ronaldinho, Deco o Zambrotta. Pep tenía claro que el compromiso, la actitud y las ganas de triunfar eran muchísimo más importantes que ser jugadores mediáticos.
Fuente: Marca |
Aunque habían tenido grandes partidos, Xavi e Iniesta todavía no eran lo que demostraron ser junto Guardiola. Messi tenia lesionas continuas que desaparecieron cuando Guardiola le puso una dieta y un entrenamiento específico. A Busquets, que ni destacaba en el filial, lo subió al primer equipo y le quitó la titularidad a Touré Yaya. Y no sólo a ellos, vimos brillar a Bojan, vimos destacar a Pedro y a otros muchos.
Guardiola hizo mejores a todos sus jugadores. Quizás si no llega a ser por él, Busquets nunca hubiera debutado en primera división, Xavi e Iniesta nunca habrían brillado juntos, Messi no hubiera ganado cinco balones de oro y Pedro y otros muchos canteranos no hubieran tenido nunca una oportunidad de triunfar en el primer equipo.
Pep creó un centro del campo histórico, formado por Busquets, Xavi e Iniesta. Entendió las capacidades de los jugadores y los adaptó para hacerlos mejores. Iniesta y Xavi eran jugadores con tendencias muy ofensivas, prácticamente mediapuntas, que gracias a Guardiola de reconvirtieron en unos excelentes Interiores. Busquets, siendo muy infravalorado, se convirtió en una pieza clave del club, Guardiola le hizo comprender que no por ser menos rápido que tú rival vas a llegar más tarde al balón.
Messi es otro que debe estar eternamente agradecido Guardiola. Pasó de ser un jugador que brillaba de manera intermitente y con continuas lesiones, a destacar jornada tras jornada durante todos los partidos de la liga. Cambió su posición, pasó de ser un extremo que buscaba el deporte por banda a convertirse en un falso 9 que estaba continuamente recibiendo la pelota y participando en la jugada.
Fuente: Mundo Deportivo |
Pedro fue uno de los ojitos derechos de Guardiola. El canario se ganó el sitio a base de compromiso, esfuerzo y trabajo. Quizás no era el jugador más habilidoso, el más fuerte o el más goleador, pero lo dejaba todo en cada partido. Pedro presionaba arriba, bajaba a echar una mano en defensa y corría todo los balones como si fuera el último. Guardiola le dió la confianza y el no desaprovechó nunca la oportunidad.
No sólo estos ejemplos, Guardiola sacó el máximo provecho a todos y cada uno de sus jugadores. Valdés se convirtió en un portero referencia mundial, gracias a su juego con los pies. Alves fue considerado el mejor lateral derecho, gracias a su aportación ofensiva. Piqué demostró que era la pareja perfecta para Puyol, etc.
Fuente: Sky Sports |
Muchas veces cuando un canterano resulta ser una estrella mundial se dice que no sirve para nada. Guardiola actuaba así, aunque algunos jugadores no tuviesen nivel para ser titular en el primer equipo, el los aprovechaba y les daba oportunidades partiendo muchas veces del banquillo. Algunos de ellos daba la sorpresa el peleaba en el puesto con los titulares. De hecho muchos de esos jugadores, hoy en día, no juegan en equipos de talla mundial, como son ser Isaac Cuenca, Montoya, Jeffrén o Tello.
Guardiola no es quien debe de agradecer a estos cracks por haber jugado a sus órdenes en el Barça, son ellos los que deben agradecer a Guardiola haberlos hecho mejores jugadores.