Lo recientemente sucedido en el FC Barcelona con el técnico del juvenil, Víctor Valdés, no es otra cosa que la confirmación de que el Barcelona ha perdido el estilo.
Víctor Valdés podría estar ante sus últimas horas como entrenador blaugrana en el equipo juvenil. Llegó está temporada y sin apenas dejarle tiempo para trabajar, ya lo quieren despedir. Esperaban mejores resultados del ex portero y le exigían jugar con una determinada formación táctica y con determinados jugadores, algunos de ellos, simplemente por su renombre o su fama. Valdés, ante todo esto, se negó por completo, no es ninguna marioneta de la directiva.
El modelo Cruyffista, que tanto le ha dado al Barça, se caracteriza no solo por los aspectos tácticos, sino también por la gestión fuera del terreno de juego, en las oficinas. Por muchos homenajes que quieran hacer a Cruyff, el mejor de homenaje posible sería aplicar su modelo adecuadamente.
Víctor Valdés hablando sobre Cruyff
Uno de los aspectos más importantes es el poder del entrenador. El entrenador es el responsable de organizar y gestionar su plantilla, así como también debe ser una de las voces claves a la hora de las nuevas incorporaciones. Víctor Valdés quería desarrollar su juego, siguiendo el estilo y con el control total de la plantilla, pero por lo visto, esta directiva no es tan Cruyffista como dicen.
Sin apenas dejar tiempo para trabajar a Valdés, ya se quejan de los resultados, unos resultados que, por si fuera poco, han sido bastante buenos, exceptuando la derrota frente al Inter. En este partido, señalaron al técnico por no poner de inicio a uno de las perlas de la cantera, Illaix Moriba. Además, en este partido y en el resto, el esquema con el que jugó el Juvenil fue un 1-3-4-3, algo que no ha gustado mucho al club, pues no es el que está utilizando el primer equipo.
En esto está convirtiendo la directiva a este club. En un club que simplemente se deja guiar por los resultados y no en valorar el nivel de juego mostrado o la superioridad frente a los rivales. Ahora bien, por mucho que gane el Barcelona sin demostrar un gran juego, esto es pan para hoy y hambre para mañana. Si el juego de un equipo no es bueno, más pronto que tarde llegan los malos resultados y las crisis.
Valdés se equivocó en volver al Barça con esta directiva. Tiene cualidades suficientes como para entrenar a cualquier categoría del Barça, pero no para ser una marioneta, así como hizo Puyol con el cargo de director deportivo, quizás lo mejor para él, hubiera sido declinar la propuesta del Barcelona en su día.
Víctor Valdés en su etapa como jugador blaugrana
Esperemos que sí algún día pueda volver Víctor con una directiva que siga nuestro modelo y le dejen libertad para desarrollar su juego.