Esta temporada, el Real Madrid no termina de arrancar. Hay problemas en prácticamente todas las parcelas del campo.
En delantera, los 160 millones de inversión (208 si contamos a Rodrygo), no dan rendimiento. Jovic sigue sin gozar de minutos y, esto se debe al monstruoso estado de forma del galo Benzema. Quizá rotar con Jovic favorecería al club, que vería como su inversión vale la pena, pues Jovic tendría oportunidades y confianza, y a un Benzema que siempre estaría a punto para las grandes citas.
Rodrygo, a pesar del esfuerzo blanco, no hay que olvidar que viene de la liga brasileña, otro continente y unos conceptos tácticos completamente diferentes (su entrenador fue Sampaoli). Alterna el rendimiento diario en el Castilla con grandes partidos en el Bernabéu. La última inversión arriba fue la de Hazard y, ¿qué decir del belga? Cuando tu gran apuesta es más experimentado, esperas que dé rendimiento desde el primer día, pero no es este caso. Estamos a dos días de noviembre y, más allá de pequeños momentos, Eden sigue sin despegar.
La otra zona en la que se invirtió es la defensa: 50 millones por Eder Militao y 48 por Ferland Mendy. La defensa de la temporada pasada que tantas críticas recibió sigue sin rendir del todo, siendo exactamente la misma desde 2016. Militao ha tenido pocos minutos pero ha dado buen rendimiento, aún así no le ha servido para desbancar a la pareja Ramos/Varane. Mendy dio un gran nivel desde el primer día, pero sus problemas físicos y el nombre de Marcelo no le permiten destacar.
En el centro del campo, a pesar del pésimo rendimiento, el Real Madrid no invirtió debido a su confianza en su trío de centrocampistas desde el primer día e su primera etapa. Casemiro, a pesar de rendir mejor que el pasado año, sigue sin rendir al nivel que Zidane esperaba. Su «sustituto» Valverde, está brillando con luz propia. En los interiores, Modric continúa sin rendir, en una racha nefasta desde que levantase el Balón de Oro. Hay un sustituto claro para el croata, aunque el problema es su relación con Zidane. Dani Ceballos está brillando en el Arsenal, siendo la estrella del proyecto con diferencia, brillando en un desorden táctico que, a otros como Torreira o Xhaka, está eclipsando. El sevillano está siendo un rayo de luz en la tormenta que asola el Emirates Stadium.
El año que viene, Valverde y Ceballos, quienes la temporada pasada no gozaron de oportunidades, se merecen más minutos y reconocimiento, pues, está claro que, por ahora, ya han superado a sus «mentores».