Hoy ha sido una mala tarde para cualquier aficionado culé, su equipo ha caído 1-3 contra un gran Levante que ha sabido dominarle durante gran parte del encuentro.
El FC Barcelona venía con ganas de conseguir tres puntos importantes para así dar un golpe encima de la mesa y aumentar la diferencia de puntos contra sus perseguidores. El partido comenzó con un Levante, rocoso en defensa y creando oportunidades en ataque, hizo que al conjunto de Valverde le costara entrar en la dinámica de partido. Pero el Barcelona se supo reponer gracias a un Griezmann omnipresente y un Semedo incansable, que con sus combinaciones provocaron el penalti que Messi anotó para hacer el 0-1 a la media hora de encuentro. Justo antes de finalizar la primera parte, Luis Suárez pidió el cambio debido a unos problemas físicos y con la entrada de Carles Pérez se llegó al descanso.
Las ideas que intentaba plasmar el «Txingurri» sobre el césped no se pudieron ver en ningún momento del partido, y esto sumado al adormecimiento de sus jugadores provocó que en un abrir y cerrar de ojos el Levante le dieran por completo la vuelta al partido. Con el 2-1 en contra, Valverde metió en el partido a Ansu Fati y a Busquets, pero tampoco le funcionó, el equipo no sabía cómo detener la sangría que le estaba provocando el conjunto valenciano. Y con un golpe de persistencia y a la vez fortuna el Levante encontró el tercer gol. El Barcelona intentó reaccionar y lo consiguió con otro tanto de Messi pero que el VAR anuló por fuera de juego de Griezmann. Después los instantes finales el Barça dejó muy tocada su imagen y volvió a mostrase muy vulnerable y nada sólido. Una tarde para olvidar.
