Valverde no es técnico para el Barcelona. Llegó en 2017, en un verano bastante complicado, pero desde el primer día se le vio perdido, a las órdenes de la directiva, cambiando el sistema al antojo de los jugadores y los fichajes mediáticos del club.
Ernesto ha variado bastante el sistema, 4-4-2 (con dos volantes, hacia dentro o hacia afuera), 4-4-3 sin verdaderos extremos, 4-2-3-1 con una línea de tres mediapuntas mal organizada.
El 4-4-2 de Valverde
Desde que llegó Valverde, su primera opción fue el 4-4-2. Empezó con una especie de rombo, en este, Busquets ocupaba el pivote, Rakitic e Iniesta jugaban como interiores aunque, el croata con unas labores algo más defensivas (que se traducirían en el 4 culé formando doble pivote con Busquets a final de temporada), como enganche, se situó a Paulinho Bezerra, recién llegado de China, quien dio un gran rendimiento en esa zona, y la cantidad de goles de segunda línea fueron una gran ayuda para el club.
Arriba, más allá de los cambios de sistema, Messi y Suárez tuvieron un rol definido toda la temporada, con Messi descolgado, en una especie de falso nueve y Suárez como rematador puro, aprovechando los centros de un Jordi Alba que veía su banda liberada en este nuevo sistema. Esto duró poco, pues a pesar de la efectividad, la llegada de Coutinho obligaba a Valverde a variar el sistema.
El sacrificado fue Paulinho, este salió del once titular en favor del recién llegado. Cou jugó desde enero hasta mayo como volante, con libertad de entrar al centro del campo, al igual que Iniesta, quien ocupaba la otra banda (Sergi Roberto o Dembélé alternaban con el manchego). Aunque esa temporada está marcada por el día del Olímpico de Roma y la falta de buen juego, también lograron levantar la liga invictos (aunque, ya siendo campeones, una dramática derrota en el Ciutat de Valencia acabó con el récord). La siguiente temporada, ante las críticas del juego, se regresó al 4-3-3.
El 4-3-3 de Valverde
Al comienzo de la segunda temporada, Valverde optó por regresar al típico 4-3-3 del club blaugrana, esto se debió a dos grandes factores: la aparición de más interiores, como Arturo Vidal, Arthur Melo, Rafinha, Riqui Puig… Arriba, la aparición de Malcom, el regreso de Dembélé y Munir… Obligó a este cambio de sistema.
Messi caía descolgado al centro, mientras que Coutinho, desde banda, se internaba al medio más como un mediapunta, un perfil, en el que nunca lo vimos cómodo. Este mal rendimiento, propició la final salida del brasileño ante su mal estado de forma. El sistema se ha mantenido estos dos años, con leves cambios, como la llegada de Griezmann y De Jong dejando fuera al ex-red y al croata. Esta temporada se ha mantenido igual.
El 4-2-3-1 de Valverde
Esta temporada, aunque se ha mantenido el estilo de juego, un Valverde cada vez más pragmático ha optado por rotar con un 4-2-3-1, en el que, tanto Arturo Vidal como Leo Messi rotan en una mediapunta que, en el caso del chileno aporta garra y un perfil semejante al de Paulinho, y, el argentino, creatividad y desborde, en ambos casos, en busca del resultadismo y defensa absoluta.
Se ha visto claramente, como el Barcelona ha apostado deliberadamente por ese juego defensivo y oportunista, que cada vez más, hace olvidar la escuela que, antaño, tantos éxitos dio en Barcelona.