A pesar de ser uno de los técnicos más laureados de la historia de este deporte y ser el entrenador que más títulos promedia por temporada, Pep Guardiola siempre ha tenido detractores que han intentado menospreciar su carrera deportiva.
El último de estos ataques hacia el técnico catalán, lo estamos viviendo ahora mismo, tras su derrota ante el Liverpool, ya han vuelto a salir sus detractores. Estas acusaciones pierden toda credibilidad cuando vemos quienes están detrás de ellas, efectivamente, aquellos que se dedican a menospreciar todos sus logros.
El pasado fin de semana, el Manchester City cayó derrotado por tres goles a uno frente al conjunto de Klopp. A pesar del resultado, fue un duelo bastante igualado en el que cualquiera podría haber salido ganador. Pero no, estos detractores no miran los partidos, ya ven el resultado en el ‘teletexto’ y se inventan sus conclusiones.
Es imposible hacer juicio de un partido basándose en el resultado, puedes haber ganado o perdido, pero si ganas jugando mal, antes o después caerás. Sin embargo, cuando un equipo pierde habiendo hecho un gran partido, el resultado pasa a ser algo secundario, aunque sea lo más importante, pues si un equipo juega bien, domina todos los aspectos y es eficaz de cara a puerta, las victorias llegan, antes o después pero llegan.
Cuando un entrenador consigue que sus equipos jueguen a un nivel tan alto, debes confiar en el, porque los resultados sin buen fútbol son “pan para hoy y hambre para mañana.”
Quizás sea por ardor hacía el técnico que más a rozado la perfección a la hora de jugar a este deporte, o quizás por una completa incultura del fútbol, lo que queda claro es que estas acusaciones no tienen ningún tipo de fundamento futbolístico más allá de un resultado fortuito.
