Poco a poco, la escuela holandesa se pierde. El fútbol ha cambiado: mueve cada vez más dinero, necesita cada vez más resultados y eso impide ver ese juego que ha maravillado siempre.
A día de hoy, sería impensable ver un equipo como la Naranja Mecánica, que simplemente juega con el balón en el pie, olvidando las pizarras y formaciones, tan solo disfrutando del contacto con el césped y el cuero. También es imposible volver a ver ese juego que, tanto bajo los mandos de Rinus Michels como los de Johan Cruyff, dominó Europa y la paralizó con partidos que, en momentos, nos hacían olvidar que concepto teníamos del fútbol y que concepto teníamos del arte.
El Cruyffismo es, entonces, aquel juego que Rinus Michels diseñó, dio sus frutos en Holanda, con aquellas tres Champions históricas y, Cruyff llevó fuera de Holanda, se lo enseñó a toda Europa y, coronó con seis temporadas históricas, finales de Champions, partidos inolvidables y récords que, aún en este fútbol en el que todo se puede comprar, siguen siendo insuperables.
El legado que ambos dejaron, como jugadores, técnicos y personas, es imborrable, y forman las bases y primeros capítulos de la historia de este estilo de juego y fútbol tan conocido pero tan poco analizado. Y al igual que Rinus, como técnico, vio algo en Cruyff, lo mismo vio este en Koeman y en Guardiola (en este último no tanto). El defensa holandés, a pesar de nunca haber sido reconocido como un gran técnico, siempre dejó un legado en sus equipos que, a la larga, les hizo destacar sobre los demás. De Guardiola, no hace falta hablar. Tras salir del Barcelona, vivió un par de experiencias en Brescia y Al-Ahli, que le nutrieron como técnico, para hacerle conocer más estilos más allá del Cruyffismo, algo clave del propio Cruyffismo.
En cuatro temporadas en Barcelona, tres en Münich y tres en Mánchester, Guardiola ha logrado levantar dos Champions League, ocho ligas… Mostrando al fútbol actual, como se debe practicar este estilo de juego. Y, al igual que se ha criticado la inversión de Guardiola, a partir del uso del Cruyffismo, este ha conseguido superar equipos con inversiones que doblan o hasta triplican la suya.
Aunque todos decimos que, el «heredero» de Guardiola será Xavi, por la calidad del vestuario, edad de ambos y momento de su carrera, pienso que su verdadero sustituto será David Silva.
Y, de aquí a que llegue ese hipotético sustituto, hay muchos que han utilizado este recurso en mayor o menor cantidad, véase Unay Emery, Luis Enrique o Erik Ten Hag.