Debate de bar, así de fácil se define la actualidad culé, en la que los aficionados se dividen entre aquellos que sí están de acuerdo en mantener a Valverde, a pesar del mal juego, y aquellos que piensan lo contrario, que hay que sacrificar está temporada, o parte de esta, de cara a instaurar otra vez el buen juego que durante tanto tiempo reinó en el Camp Nou.
Esta temporada se ha caracterizado por períodos de incertidumbre, malos momentos, remontadas marcadas por la buena suerte, partidos asequibles que se complican por el planteamiento defensivo…
Está claro que Valverde es buen técnico, pero nunca para inculcar el Tiki-Taka, practicar la posesión, seguir la escuela holandesa… Está claro que es un gran profesional, que en clubes como el Valencia o el Athletic luchó por controlar cada aspecto de su plantilla, y eso es algo muy positivo y que le hizo brillar, pero es que en el Barcelona ha ido al contrario, los jugadores han dominado cada aspecto del entrenador, que se ha visto desplazado al simple mensajero entre la directiva y los jugadores, y es algo triste para un técnico tan bueno como Valverde, pero que no ha encajado.
Y viendo esto, sigue siendo inadmisible que se defienda al técnico extremeño argumentando que, el Tiki-Taka está obsoleto, cuando esta plantilla nunca lo ha practicado, y son pocos los que de verdad han aprendido a jugar así. Es triste que una generación así se vaya a perder esta oportunidad, pero ellos mismos, los jugadores, lo han decidido.
Ya que se habla de otros técnicos, quizá la clave sea buscar a alguien que domine la plantilla, y a partir de ahí buscar a alguien que de verdad sepa inculcar el Tiki-Taka, y no arruinar más carreras de futbolistas y entrenadores.
Hay muchos jugadores y entrenadores en la lista, pero una cosa está clara: mientras que la directiva no tome la decisión de arriesgarse y jugar al Tiki-Taka o seguir así, nada cambiará.