La selección italiana ha sido siempre una de las más potentes del mundo, pero desde que ganaron su último Mundial no levantaban cabeza. Ahora, quieren dar la sorpresa en la Euro 2020.
Siempre se ha reconocido a Italia por tener la defensa más fuerte y mejor organizada, por tener jugadores de talla mundial, que destacaban sobre muchos otros, y por ser unos guerreros en el campo. Son los más apasionados al salir al campo, desde que suena su himno hasta que el árbitro señala el final del partido, pero desde que ganaron su cuarto título de la Copa Mundial no han encontrado su mejor versión.
En 2006 Marcello Lippi condujo a la selección transalpina hasta la final del Olympiastadion de Berlín. Una selección con un perfecto equilibrio entre veteranía y juventud, entre galones y ganas de comerse el mundo. Il capitano Fabio Cannavaro, Alessandro Del Piero, Nesta o Filippo Inzaghi eran algunos de los jugadores que superaban los 30 años de edad, pero nada les impidió liderar a una generación de chicos talentosos a los que solamente les hacían falta unas manos que agarrar. Gianluigi Buffon, Andrea Pirlo, Daniele De Rossi, Francesco Totti… fueron los bambinos que ayudaron a la Azzurra a llevarse ese título mundial, el cuarto y último en su historia, colocándolos en el segundo puesto en la carrera por ser los más laureados del planeta, sólo superados por Brasil (5).
Después de ganar el Mundial, muchos de sus valuartes se retiraron de la selección, o simplemente no fueron convocados de nuevo, lo que provocó un cambio generacional importante que no fue del todo bien. En la Eurocopa de 2008 de Austria no tuvieron una actuación destacada, siendo eliminados por España en cuartos de final. Esta derrota supuso la ruptura de una “maldición” por parte de “La Furia Roja”, y es que hasta entonces nunca habían logrado superar a Italia a esas alturas de la competición en ningún torneo. Fue el principio del fin. En la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 ocurrió más de lo mismo. En un grupo a priori sencillo no pudieron ganar ninguno de sus tres encuentros. Empataron contra Paraguay y Nueva Zelanda en las dos primeras jornadas, por 1-1 en ambos partidos, y en la última fecha Eslovaquia les propinó un doloroso 3-2 que los dejó fuera del Mundial con un balance de 5 goles encajados por los 4 anotados.
Los reveses continuaron en la Eurocopa de 2012, celebrada en Ucrania y Polonia. Esta vez, no serían eliminados, llegaron a la final, pero el papelón vino en la misma. El Olímpico de Kiev vio cómo el imperio romano caía de nuevo, ante España otra vez, su nueva “bestia negra”. Los italianos fueron humillados por 4-0 ante una selección española infinitamente superior, que acabó pidiendo la hora por respeto a su rival. Imagínense el baile. En la siguiente cita mundialista, Uruguay, Inglaterra y Costa Rica fueron sus rivales, parecía que los británicos y transalpinos clasificarían. Nada más lejos de la realidad, los sorprendentes ticos liderados por el arquero Keylor Navas y los charrúas fueron quienes avanzaron a la siguiente ronda.
A pesar de tanto traspié este no fue el final de la desgracia italiana. En la Eurocopa de Francia 2016 no tuvieron una actuación del todo mala, pero a pesar de plantar cara a Alemania en cuartos de final, los teutones los eliminaron. Las generaciones viven de los resultados, por lo que después de este último fracaso el lavado de cara de la selección fue total. Con viejas glorias ya envejecidas y un grupo nuevo sin asentar la selección de Italia tocó fondo en 2018: no consiguieron clasificarse para el Mundial de Rusia de aquel año. No faltaban a la cita desde hacía 60 años, lo que provocó un caos total en la federación. Se vieron obligados a renovar las convocatorias de nuevo y a alturas de diciembre de 2019, con la Eurocopa de 2020 a la vuelta de la esquina, parece que las cosas empiezan a funcionar.
El actual seleccionador de Italia es el mítico Roberto Mancini. Como acostumbra Italia, hay varios jugadores que ya son veteranos como Acerbi, D’Ambrosio, Bonucci o Sirigu, pero solamente estos cuatro futbolistas superan los 30 años. Y sólo el capitán Bonucci es titular habitual entre ellos. En Italia lleva años gestándose una camada de jugadores talentosos que ahora están tirando la puerta abajo en sus clubes y en los parones que les permiten jugar con su país. Nicolò Barella, Marco Verratti, Jorginho, Federico Chiesa, Alessio Romagnoli, Ciro Immobile, Donnarumma, Lorenzo Insigne o Bernardeschi son sólo algunas de las perlas que tiene el conjunto Azzurro en sus filas. Con Mancini, el equipo ha adoptado un juego más atractivo del que practicaban otras generaciones: más ofensivo, sin encerrarse atrás, proponiendo fútbol del puro. Es pronto para aventurarse en los pronósticos de su actuación en la próxima competición, pero el hecho de que a lo largo de la clasificatoria no han perdido un sólo partido, es alentador cuanto menos. Habrá que esperar para ver si todos los jugadores llegan en estado óptimo a verano, pero en principio podríamos pensar en Italia como en una candidata a ganar la Eurocopa. Después de varios años en la sombra, sin que nadie la tuviera en cuenta, Italia ha regresado.