El mediocentro croata regresó al once por tercera jornada consecutiva dejando buenas sensaciones.
El Barcelona es un club que en los últimos años ha gozado de tener el que por muchos ha sido considerado mejor centro del campo.
Esta asociación que formaban Iniesta, Xavi y Busquets con el paso de los años acabó deshaciéndose.
Hoy Rakitic y Buskets son llamados a ser los sucesores de este legado, y a regenerar el medio campo del club catalán.
Rakitic llegaba al club en el año 2014, año el que el Barcelona terminaría logrando cinco títulos.
Además, ese mismo año Xavi anunciaría su despedida del Camp Nou, una oportunidad de oro para que el croata se hiciese con un hueco en el once.
Con el paso de los años se ha convertido en un fijo en la sala de máquinas, firmando partidos espléndidos y aportando goles al club ‘azulgrana’.
La pasada campaña acabó como un indiscutible para Valverde, logrando así la titularidad, pero pese a la confianza desde el banquillo, no logró conectar con la afición ‘culé‘, la cual terminó la temporada pidiendo su traspaso.
La incertidumbre en la grada terminó afectando a su nivel, que sufrió una gran decadencia a lo largo de la temporada, llegando así a relacionarle con clubes de la Premier o Serie A.
Con la llegada de refuerzos en el centro del campo, el ‘Txingurri’ se veía obligado a tomar decisiones, ya que los recientes fichajes, como De Jong, Arthur y Vidal, llamarían a la puerta de la titularidad.
Esto relegó al croata del proyecto, pues el holandés, como vino demostrando en el Ajax, haría gala de su calidad.
De Jong no sería el único, pues a la garra del chileno y las ganas del brasileño, pondrían en dificultad la titularidad del croata.
Estas últimas semanas, el croata ha recuperado su buen juego y ha logrado hacerse con hueco en el equipo inicial, llegando a jugar frente a un gran rival como el Atlético de Madrid.
Parece ser que Rakitic está recuperando su mejor nivel, pero es cierto que la edad y la fuerza con la que llegan otros jugadores, no le van a facilitar la tarea de ser titular.
