El juez del penal Nº7 de Valencia absuelve a los 36 jugadores investigados de ambos equipos, supuestamente por amañar el partido final de los 2 conjuntos de la temporada 10-11, con el resultado de 1-2 favorable a los maños.
Los jugadores fueron acusados por corrupción deportiva, pero aunque la fiscalía tenía gran acumulación de indicios, no han sido suficientes para que el juez viera que los jugadores hayan cometido ese delito, ya que habrían manchado el final de sus carreras.
Entre los acusados por parte del Zaragoza, estaban Javier Aguirre (entrenador), Antonio Prieto (director deportivo), Uche, Gabi y Leo Franco, todos ellos absueltos. El juez los ha dejado libres porque no se ha podido demostrar su culpabilidad en estos hechos, ya que los culpaban de un delito de corrupción deportiva.
En cambio el titular de lo penal sí que ve indicios para condenar a 2 directivos del Real Zaragoza, Agapito Iglesias, que era el propietario, y el consejero Francisco Javier Porqueras, a 1 año y 3 meses de prisión por falsedad en documento mercantil. El juez tilda de “inverosímiles” las explicaciones de los acusados para justificar las transferencias de dinero que hicieron a nueve de sus jugadores y al entrenador y director deportivo.
El juicio se celebraba porque supuestamente el club maño había dado 1,7 millones de euros a los deportistas del Levante antes del partido por dejarse vencer el club granota.
La Liga ha emitido un comunicado expresando el máximo respeto por los absueltos, pero dicen que seguirán luchando para descubrir las posibles irregularidades en los partidos disputados en su liga. Esta es la primera vez que en España se celebraba un juicio con estas características.
Sin embargo, lo extraño es que la resolución llega casi una década después, cuando ya casi todos los futbolistas no están en activo.