En su segundo año jugando en Bilbao, Yuri se ha convertido en uno de los favoritos de la afición rojiblanca.
Las posibilidades de fichar jugadores de primerísimo nivel son muy reducidas para un club como el Athletic. Más si tenemos en cuenta que sus vecinos son prácticamente los únicos productores y posibles vendedores de jugadores permitidos por su filosofía. Si ya de por sí disponen de un mercado muy limitado, las propias limitaciones hacen que las operaciones sean más costosas, lo que les obliga a estar alerta de cada oportunidad que se les presente.
Tal fue el caso de Yuri Berchiche. El lateral guipuzcoano, formado en Inglaterra y catapultado al estrellato por la Real Sociedad, fue fichado en el verano de 2017 por el PSG. Tras un año sin pena ni gloria en la capital parisina, el Athletic vio su oportunidad. 20 millones tuvo que desembolsar el club rojiblanco para hacerse con el jugador. Muchos más hubiesen sido si se hubiera intentado fichar desde Anoeta (y más tras la adquisición de Iñigo Martínez). De esta manera se convirtió en león, siendo el segundo fichaje más caro de la historia del club, por detrás de los 36 millones del propio Martínez.
Las expectativas eran altas y no decepcionó en su primera temporada, pero tampoco maravilló. Ha sido en este segundo año donde ha mostrado todo su potencial. Valiente como pocos, nunca da un balón por perdido y parece no temer por su integridad física sobre el terreno de juego. Rápido y potente, supera a sus rivales con unas piernas llenas de explosividad. Poseedor de zurda con mucho toque, es un lateral con mucho recorrido sobre el campo, y así lo avalan sus 4 goles esta temporada.
Un verdadero león
Yuri Berchiche es de esos jugadores que enamoran en San Mamés. A los equipos del Athletic se les conoce históricamente por su garra y poderío físico, y el guipuzcoano de 29 años ha venido a recordarnos como debe jugar un león. Habrá quien diga que su gran temperamento es un defecto que tiene que aprender a controlar, pero yo soy de los que piensa que le hace aún mejor jugador. Atento tendrá que estar Luis Enrique este verano para decidir si quiere tener en sus filas a uno de los jugadores más bravos de toda la liga.