Rodrygo Goes ha demostrado no ser un extremo común y, por ello, Zidane podría tratar de reubicarlo en el campo para que siga creciendo
La temporada de Rodrygo Goes, como la de su equipo, ha sido una montaña rusa. El brasileño llegó procedente de Santos y fue directo al Real Madrid Castilla. Desde allí, como se esperaba, rindió a un nivel superior al de la competición y llamó a las puertas del once de Zidane.
El punto de inflexión de la campaña de Rodrygo Goes fue el partido contra Osasuna. Salió como revulsivo y en cuestión de segundos consiguió anotar un gran gol. Su techo lo tocó en la Champions League, con un ‘hat-trick perfecto’ contra el Galatasaray. Desde entonces su rendimiento se fue apagando poco a poco y a medida que se recuperaban los jugadores lesionados fue volviendo al ostracismo.
Esta irregularidad tiene mucho que ver con la relación entre sus características deportivas y su puesto en el juego. Con el Real Madrid, Rodrygo Goes ha jugado la mayoría de los minutos partiendo de la banda derecha. Una demarcación en la que no puede explotar todo su potencial.
En efecto, Rodrygo Goes no es un jugador desequilibrante. Si bien es cierto, que el ex de Santos es un jugador con gran habilidad táctica, no tiene esa misma chispa que sí posee su compatriota Vinicius. Cuando Rodrygo ha brillado en el Real Madrid ha sido por su capacidad de generar goles. Ya sea anotando o a través de asistencias el brasileño ha ayudado a engrosar las cifras anotadoras de los blancos.
Y es que a un extremo se le pide desborde y desequilibrio. Más aún cuando se trata de un jugador diestro por banda derecha. Por el contrario, Rodrygo no es un jugador que quiera atraer tanto protagonismo, sino que prefiere pasar desapercibido para aparecer en el área por ‘sorpresa’.
¿Dónde podríamos colocar a Rodrygo?
Si queremos mantener el 4-3-3, lo ideal sería cambiarlo a la banda izquierda. Desempeñando un rol similar (salvando las distancias) al de Cristiano Ronaldo, podría ser el jugador que se beneficiase del desequilibrio generado por el extremo derecho y los pases de Benzema para potenciar todavía más su capacidad goleadora. En la izquierda tendría un mejor ángulo para armar su preciso disparo y poder ver portería con mayor facilidad.
El problema estaría en la falta de un extremo verdaderamente desequilibrante que sepa desenvolverse por el flanco derecho. Además, el costado zurdo ya está reservado para la verdadera estrella del Real Madrid: Eden Hazard.
Frente a todas estas trabas, sería necesario cambiar el esquema para poder sacar todo el jugo posible a un jugador tan prometedor como es Rodrygo Goes. Con un 4-4-2 el brasileño podría reciclarse para jugar por detrás de Benzema. La posición de segundo delantero es la que realmente mejor se adapta a las características de un jugador tan silencioso y goleador como es Rodrygo. Este sistema le permitiría convivir con Eden Hazard en un mismo 11 y tener más libertad a la hora de aparecer en el área rival por todos lados.
Lo que es evidente, es que pegado a la cal el Real Madrid está echando a perder un futbolista que aporta algo que necesita el club de la capital. Goles son lo que necesitan los blancos y encontrando el sitio de Rodrygo es algo crucial para encontrarlos.