Tras el cese de Valverde, Quique Setién ha implementado el estilo que le ha caracterizado siempre, fiel a la posesión y al toque
El Barça siempre ha sido un equipo que se ha caracterizado por el juego de toque, agontando al rival mediante largas posesiones. No obstante, entrenadores como Valverde, sin renunciar a la filosofía blaugrana en esencia, han intentado matizar distintos aspectos de ese juego tan peculiar.
En efecto, el entrenador vasco se caracterizaba por conformarse con el resultado varios partidos y por implementar los balones largos y la defensa cerrada. Estos matices han sido desechados por Quique Setién, el cual ha vuelto a la base de lo que es el juego del Barça.
Vuelve la posesión
Durante la «era Valverde», muchos culés estaban extrañados por el nuevo estilo de juego del equipo. En efecto, el conjunto blaugrana jugaba con el objetivo de ganar, sin importar el como. No han sido pocos los partidos que ganó el Barça de Valverde en los últimos minutos o gracias a la efectividad de los remates. Sin ir más lejos, en febrero del pasado año el Barça se impuso al Real Madrid en el Berbabeu por 0-3, sin jugar un gran fútbol y siendo superado varias veces por el equipo blanco.
No obstante, Quique Setién ha vuelto a las bases del fútbol culé: la posesión. Desde sus inicios, Setién ha sido un fan declarado del fútbol de Cruyff y de la era Guardiola. Ya demostró con el Betis de lo que era capaz de hacer y consiguió llevar al equipo andaluz a puestos europeos, siendo fiel a su idea de jugar la pelota.
Fue esa comprehensión del «estilo Barça» lo que le llevó a fichar por el club blaugrana y no ha tardado en implementar su idea. En su primer partido ante el Granada, el equipo mantuvo un 82,6% de posesión y dio 1.005 pases. El resultado fue ajustado puesto que la victoria fue de un solo gol, pero no se puede recuperar el estilo en un partido.
El juego de toque es el que ha llevado al Barça a ganar todo lo que ha ganado y será con este estilo con el que Setién pretende triunfar.
Frenkie De Jong
El rol del Holandés no es el mismo y eso se nota. Con Ernesto Valverde, Frenkie jugaba de interior izquierda cuando estaba Busquets en el campo, lo cual ocurre la mayoría de partidos. Ese rol de casi extremo le impedía desarrollar lo que se le da mejor: sacar el balón.
De Jong llegó al Barça tras su grandísima temporada en el Ajax y nadie olvida el descomunal partido que completó en el Santiago Bernabeu, eliminando al Real Madrid de la Champions. En el sistema de Ten Hag, el joven centrocampista era el encargado de sacar el balón y de romper la primera linea de presión, ya sea mediante conducciones rápidas o mediante pases.
Valverde no le daba ese rol. Al sustituir a Rakitic en el 11, Ernesto pretendía darle un rol parecido y pegarlo a la banda para favorecer un equipo abierto y ancho. No obstante, Frenkie no estaba a gusto con su rol y sus números no fueron buenos hasta la llegada de Setién.
Con Quique, pese a no jugar de creador, tiene un rol más centrado, participando en varias ocasiones en la ayuda de la salida de balón con Busquets y teniendo un perfil de llegador, puesto que no solo tiene un gran juego de pase, sino que goza con una gran pegada.
Este rol parece estar siendo bien acogido por el holandés y se empieza a gustar en el campo. Marcó frente al Betis con una gran llegada tras el pase de Messi y empieza a soltarse con respecto a su juego. Sin duda, el impacto de Frenkie De Jong en un Barça obsesionado por la posesión puede ser muy positivo.
Hay cantera
En el primer partido de Setién, Riqui Puig jugó sus primeros minutos en Liga con 0-0 en el marcador. Fue él quien inició la jugada del gol de Messi, recuperando un balón en zona ofensiva y encarando el área en busca de un pase de gol.
No sería justo decir que Ernesto no confiaba en la cantera, puesto que Ansu Fati fue descubierto por él, pero si que es cierto que en los casi 3 años que ha estado a cargo el Barcelona, ha sido el único canterano que se ha «asentado» en el primer equipo.
Con la llegada de Setién, Riqui puede estar contento de los minutos que podría volver a tener. Además, el pasado domingo tras la vuelta de la Liga, Araújo fue titular junto a Gerard Piqué, completando un partido impoluto. El joven uruguayo de 21 años no cometió ningún error de bulto y jugó un partido con la seriedad que presentaría un jugador experimentado.
Se espera un gran uso de la cantera por parte de Setién, ya que jugadores como los ya mencionados pueden y deben dar mucho al Barça para que la confianza en los jóvenes se mantenga.
El dibujo
El Barça juega y jugará por mucho tiempo con el clásico 4-3-3. Sin embargo, Valverde optaba en varias ocasiones por el 4-4-2, ya que le gustaba en ocasiones replegar al equipo y buscar superioridad en el medio, dejando arriba a Messi y Suárez.
Tras su llegada, Setién quiso implementar la alineación que le hizo triunfar en su época como bético: el 5-3-2. Lo probó en Copa del Rey frente al Ibiza, alineando 3 centrales y buscando la profundidad de los laterales. No obstante, el experimento no duró mucho, puesto que fue difícil para el equipo acostumbrarse.
El 4-3-3 volvió rapidamente, aunque Setién le da otra función a la de Valverde. Los laterales juegan más profundos, cerrando la linea defensiva con los 2 centrales, entre los cuales se cuela Sergio Busquets, el encargado de sacar el balón y equilibrar el equipo. Gracias a ello, el medio del campo pasa a tener 4 jugadores, puesto que los 2 laterales suben su linea.
Esta distribución le permite al Barça mantener una superioridad abrumadora en el medio, lo que le da la posesión. Una vez encerrado el equipo rival, empieza la creación de la jugada de ataque, las cuales, en la mayoría de las ocasiones, se cuecen mediante la creación de espacios en la linea defensiva del rival tras bascular el balón de un lado a otro.
Es una vuelta al estilo Barça de toda la vida y habrá que ver si Quique es capaz de triunfar con este sistema.
Leo Messi
Lionel Andrés Messi es el mejor jugador del mundo y seguramente de la historia. Por ello, no se le puede decir mucho con respecto a su juego, puesto que lo que inventa no se puede enseñar. No obstante, se le puede orientar en el juego. En efecto, Guardiola le orientó como el famoso falso 9 del Barça, mientras que Luis Enrique le mandó a la banda derecha.
Ernesto Valverde le mantuvo en esa banda derecha, aunque solo en el dibujo. Messi tenía el dominio absoluto del equipo. Se movía por todo el campo y era el encargado de general el juego y las ocasiones del equipo. Sin Messi en el campo, el equipo sufría mucho y no tenía quien creara las ocasiones.
En el esquema de Quique Setién, Leo tiene una posición más centrada. Son muchos los que dicen que Messi podría acabar su carrera de mediocentro y no están mal encaminados. El domingo, Messi terminó jugando en el medio tras la entrada de Junior Firpo. Jordi Alba fue el extremo. En efecto, esa posición centrada le permite ver más oportunidades de pase y le da opciones para sacar el balón jugado.
Este rol de Messi le viene de perlas al Barça, puesto que puede tener al mejor pasador del equipo en una zona de pase ofensiva, lo que le permitiría crear muchas más ocasiones. El pasado domingo vimos un festival de asistencias de Leo y sobretodo un festival de fútbl. Veremos si este Messi trae la Champions a Can Barça.
El tiempo dirá
El tiempo dirá como el esquema de Quique Setién se adapta al equipo y si este nuevo Barça es capaz de triunfar tanto en Liga como en Champions.
No es fácil entrenar a un equipo con tantas estrellas y tantos jugadores tan asentados en el club, pero siempre viene bien un cambio de aires que aporte nuevas ideas de juego y nuevos estilos que puedan revertir la situación.
Esperemos que así sea y que el FC Barcelona siga demostrando la gran calidad de juego que tiene en su equipo.