Óscar Rodríguez se ha destapado como un gran futbolista, pero su perfil tal vez no sea el más idóneo para el esquema de Zidane
Las grandísimas temporadas de Óscar Rodríguez le han situado en el foco mediático. A base de golazos se ha ganado el corazón de los pepineros y ha llamado la atención de los aficionados del Real Madrid. No obstante, Rodríguez tiene un perfil deportivo muy definido, lo que despierta dudas en el seno de la entidad.
En efecto, Óscar es un mediapunta clásico. Un centrocampista que se especializa en el juego en tres cuartos de cancha. Su pie derecho es un guante que le permite anotar desde largas distancias y filtrar pases decisivos para sus compañeros.
El problema reside en esto mismo. El Real Madrid juega con un 4-3-3 bien definido que rara vez cambia a un 4-4-2. Dos esquemas que carecen de una figura que va desapareciendo con el tiempo: el mediapunta. Un rol que es aquel en el que Óscar Rodríguez mejor se maneja.
Si bien es cierto que el jugador puede desempeñarse en otras posiciones, su rendimiento no es tan bueno en ninguna como jugando detrás del punta. Al contrario que Martin Odegaard, Óscar no es tan versátil. A lo largo de su carrera le hemos visto a de interior, extremo e incluso de mediocentro, pero no rindiendo a su mejor nivel.
En un 4-3-3
El 4-3-3 es la formación clásica del Real Madrid. Desde la salida de Mourinho ha sido el esquema predilecto por todos los entrenadores que han pasado por el Bernabeu. Zidane, Ancellotti, Lopetegui, Solari… todos ellos han empleado este sistema para tratar de sacar todo el jugo a su plantilla.
En él Óscar no tendría sitio para jugar en su posición predilecta. Sin embargo, podría reciclarse para ocupar otras demarcaciones. Tal y como hicieron Isco y James, debería aprender a desenvolverse como mediocentro o como extremo para poder jugar de blanco. Posiciones que no le son ajenas, pero en las que no se desenvuelve tan bien.
Y es que Óscar no es un jugador especialmente veloz, ni tiene los fundamentos defensivos necesarios para ocupar el puesto de interior junto a un pivote.
Muchos han sido los mediocentros ofensivos que han tenido que reconvertirse para poder jugar en el Real Madrid. Isco y James son dos ejemplos, pero lo mismo han tenido que hacer Toni Kroos o Luka Modric. El alemán y el croata, acostumbrados a jugar más adelantados, han tenido que evolucionar para crecer en el club de las 13 Champions.
En un 4-4-2
Una alternativa que cada vez ha sido más recurrida por los entrenadores. El 4-4-2 ha demostrado ser la formación idónea para otorgar equilibrio a un equipo tan ofensivo como el Real Madrid.
Una formación que tiene dos variantes. Con Ancelloti el cuatro del centro del campo lo componían dos mediocentros y dos jugadores de banda. Isco, James, Bale, Lucas… eran los jugadores empleados por el italiano para acompañar a los mediocentros y reforzar el centro del campo.
Zidane también ha empleado este sistema alguna vez. No obstante, si tomamos la referencia de las últimas Champions conseguidas por el equipo, el esquema ha sido un 4-4-2 con un pivote y un mediocentro ofensivo flanqueados por dos mediocentros puros. Un esquema que utilizó para abrirle hueco a un Isco que había echado la puerta abajo a base de grandes actuaciones.
En el 4-4-2 con bandas Óscar podría jugar por uno de los costados. Una posición en la que suele desempeñarse en el Leganés. Sigue sin ser su puesto natural, pero ha quedado demostrado que pese a ello su rendimiento es notable.
El 4-4-2 de Zidane sería el que mejor se adaptaría a su juego. En él podría ejercer de enganche y explotar sus aptitudes.
Competencia interna
Otro problema, más allá de la adaptación al sistema, sería la gran cantidad de jugones con los que cuenta el Real Madrid. Ya hemos mencionado a Odegaard, Isco, James, Modric o Kroos, pero también debería competir con la innumerable nómina de extremos con los que cuenta.
Pese a haber explotado ya, Óscar Rodríguez es un jugador muy joven. Con solo 21 años de vida todavía puede mejorar. Siendo tan joven todavía puede mejorar mucho más.
Por consiguiente, lo ideal sería encontrarle otra cesión. Óscar debe hacerse un nombre en España y Europa para poder llegar al Real Madrid y triunfar como quiere todo canterano.