El joven canterano Riqui Puig volvió a dejar patente su calidad demostrando que está preparado para guiar al Barcelona
La joven promesa del Barcelona Riqui Puig, volvió a rendir a un nivel magnífico ante la falta de los pesos pesados del vestuario. En un partido que se escapó por la mínima frente al Celta.
Con las ausencias de Busquets y De Jong, y tras la inminente salida de Arthur, la oportunidad para el de Matadepera llegaba en forma de titularidad. Un titularidad merecida después de los grandes partidos que ha realizado con la vuelta al fútbol.
Y es que el joven de tan solo 20 años fue el encargado de guiar al conjunto de Quique Setién durante toda la primera mitad a un nivel excelente. Creando espacios y sacando el balón desde atrás para dar frescura al equipo y oxigenar el juego, cualidades que viene demostrando ya años atrás.
Si bien es cierto que no cuenta con la experiencia necesaria en primera división, los últimos encuentros le han servido para llamar a la puerta del primer equipo. Es por ello que Setién continúa dándole oportunidades ya que viene siendo de los mejores en un equipo que ha caído en una mala dinámica.
A su favor además juega su buen entendimiento con las estrellas de la plantilla, pues en los encuentros vemos como Messi y él han conectado, formando una dupla de mucho peligro para los equipos rivales.
Pues si algo no le falta a la joven perla es descaro y ganas, y lo demuestra en cada partido independientemente de los minutos que le de el míster. El joven mediocentro está llamado a ser la brújula que maneje al Barcelona, y en cada encuentro que pasa sigue llamando a la puerta de la titularidad.