Enrique Meza es sin lugar a duda, junto con Don Nacho Trelles, el entrenador más importante de la historia del fútbol mexicano. No solo destaca por los títulos que ganó, si no también se le reconoce por la forma tan atractiva en la que jugaban sus equipos, su buen ojo para debutar jóvenes y por su calidad humana. Un ejemplo a seguir. Tuvimos una plática muy interesante con él, y esto fue lo que nos dijo.
Durante su larga carrera, se consagró campeón de varios torneos, entre lo más destacado se coronó con Pachuca en 2006 de la Copa Sudamericana. ¿Cómo logró conformar equipos ganadores?
Intento tratar a los jugadores, como me gusta que me traten: con bondad. Los jugadores tienen que creer en ti y en tus métodos. La finalidad es hacerlos mejores, pues los escuchas sobre su vida personal, aunque también te tiene que temer. Creo que el entrenador tiene que representar una figura fraterna.
Citando a Marcelo Bielsa: “Existen buenos entrenadores, sin embargo hay pocos buenos formadores”, usted en su carrera debutó a excelentes jugadores que se lograron consagran en la élite. ¿Qué importancia tenían los jóvenes en su proyectos? ¿Y cómo llevaba sus procesos?
A jugadores que debuté, ya los había visto, solo tenía que darles la oportunidad, pues eran buenos futbolistas. Yo les pedía que en el campo hicieran lo que yo les decía, pues los necesitaba para cumplir cierta función. Siempre les he guardado mucho cariño, pues actualmente, somos amigos: ellos me llaman para pedirme ayuda.
Durante su proceso en los “Tiburones rojos” de Veracruz, sus hijos formaron parte de su cuerpo técnico, ¿cómo fue la experiencia de trabajar con ellos?
Mis hijos siempre han luchado por ser mejores. Acepte dirigir en Veracruz con la condición de trabajar con mis hijos, yo disfruté de laborar con ellos, pues los veía crecer como seres humanos. Los resultados no fueron buenos, pues parecía que trabajamos contra un fantasma (haciendo referencia a los últimos años del Veracruz, pues el club tenía serios problemas económicos).
Aún no sé si ya me retiré, en este momento no puedo decir que ya no soy técnico. Mis hijos tiene una metodología mucho más renovada a la mía. En Veracruz existía mucha presión, pero tengo tanta experiencia, que ya no puedo decir que la presión influyó en mí.
Durante su época de profesional, el fútbol se ha ido transformando a lo largo de los años. ¿Qué diferencias nota entre el fútbol que usted conoció al que existe en la actualidad?
Las metodologías y los nombres ya nos son los mismos. Yo viajé a muchos lugares, para intentar ser mejor, adquiriendo mayores conocimientos de los equipos europeos y sudamericanos. Tengo amistades en todo el mundo. Los clubes siempre me abren las puertas para ver sus entrenamientos. Recuerdo el Milan de Arrigo Sacchi, siempre he querido que mis equipos jueguen como aquel legendario equipo.
Cuando llegué a dirigir a Toluca a los jugadores no les interesaba el resultado del equipo, solo les importaba sobresalir del resto, abusando de sus individualidades y a veces perdiendo el balón tontamente. Normalmente intento que los equipos jueguen cercanos, para generar superioridad numérica, los grandes equipos siempre juegan en bloques cercanos.
Los jugadores, actualmente ya nos son defensas ni atacantes, pues es necesario jugar en un bloque no mayor a 30 metros. Recuerdo que a mis futbolistas no les gustaba jugar así, pues no se permite driblar tanto. Durante mi carrera he tratado que los equipos tengan la mucho tiempo el balón. Ahora hay mucha tendencias de juego, la posesión del balón sí importa, o al menos para mí importa.
Alguna vez don César Luis Menotti, dijo, que su objetivo no es ganar, es jugar bien, porque aunque hoy pierdas, a la larga vas a ganar. Por el contrario, Marcelo Gallardo, dice: Prefiero ganar jugando mal, porque eso te da la posibilidad de tener un poco más de tiempo para seguir trabajando y ganar de una forma más placentera, con su propia idea.
Durante su época como entrenador, usted se identificaba más con la idea de Menotti sobre jugar bien, o la idea de Gallardo sobre, jugar a ganar sin importar el cómo.
Hay técnicos que no les importa en cómo, desde mi punto de vista: jugando bien estas mas cerca de ganar que de perder, habrá partidos en que se pierde, pero a la larga vas a ganar. Me inclino más por la propuesta de don César Menotti que es un campeón del mundo y se merece todo mi respeto.
Cada entrenador tiene su propia idea, sobre que es jugar bien, para el profe Meza, ¿qué es jugar bien?
Tener mucho tiempo el balón, no jugar futbolito como lo hacen los niños. Hay que estar pensando cómo hacer daño. Todo el tiempo estar concentrado en el balón, si soy defensor marcar en ataque, pues me pueden tirar un pelotazo y quedar mal parado, es necesario estar siempre concentrado en el juego. No es fácil jugar como yo pretendo, al inicio a los jugadores no les gusta, pero cuando llegan los resultados les empieza a gustar este estilo.
Cuando llego a un equipo siempre hay rechazo a esta idea, pues es necesario correr mucho, los jugadores les gustas driblar, pero a mi no me gusta que lo hagan, pues existe mucho riesgo de perder el balón, que ojo no esta mal que nos quiten el balón una vez, pero a la segunda o tercera vez el equipo ya se alargó y ya no saben a qué juegan. Cuando pasa esto hay que volver a los fundamentos del juego, los cuales nos dan el poder para volver a ordenar al equipo.
Existe un gran debate entre corrientes futbolísticas, algunos creen que cuando un técnico llega a un equipo, debe analizar a sus jugadores y acorde a lo que tiene, identificar un estilo de juego, por otro lado está la idea que propone: El entrenador tiene que jugar como a él le guste, adaptando a los jugadores a su propio estilo. ¿Con qué idea se ve más identificado?
Cuando un equipo te contrata, la directiva y los jugadores quieren jugar a otra cosa, la gente ya me identifica de una manera. Si ya me trajeron, ellos tienen que tener y traer jugadores que jueguen a los que yo pretendo.
En los camiones, cada jugador pone su propia música, pues cada quien tiene diferentes gustos, alguna vez un entrenador dijo “Los grandes equipos siempre bailaron la misma canción” .No nos poníamos de acuerdo ni con la música, si estas en mi casa, escuchas mi música, lo mismo pasa en el fútbol, a cada quien le gusta jugar distinto.
Cuando jugaban como yo les pedía, siempre mejoraba su nivel, he tenido un montón de jugadores, que han mejorado gracias a jugar a mi estilo, y no estoy presumiendo. La forma de jugo hace que los jugadores se realicen, y que los equipos se vuelvan grandes.
Al día de hoy el fútbol es mucho más que un deporte, pues se ha transformado en una fuerte mina de negocios, capaz de manipular masas. En palabras de Eduardo Galeano “El fútbol, se ha convertido en un negocio vulgar y silvestre, controlado por su dueños”. Desde su punto de vista, ¿se ha perdido esa esencia romántica en el fútbol de jugar para disfrutar y no por ganar dinero?
El romanticismo siempre va existir, aunque a veces se lo quitamos. Existe un libro de Don César Luis Monotti, llamado: “fútbol sin trampa”. Al inicio del texto de hay un capítulo nombrado “A modo de pregón”, escrito por Joan Manuel Serrat. Ahí habla de que mientras los niños van y juegan, los padres se la viene gritando: al árbitro, al entrenador, al rival e incluso a sus propios hijos. Hay que dejar que los niños disfruten jugando, y tal vez el fútbol se pueda convertir en una manera de vivir, así como la mía.
Tengo 54 años de carrera, ni yo mismo lo hubiera soñado, aunque siempre he tenido presentes mis expectativas. Soy gente sin estudios, pero el fútbol me abrió puertas como esta, de estar platicando hoy contigo, y tú me estés escuchando. Solo hay que dejar que los niños jueguen, y los padres dejen sus frustraciones de lado.
Mientras preparábamos esta entrevista, he obtenido información por varios medios, nos percatamos de una peculiaridad. Nunca nadie habla mal de usted como persona, en su mayoría la gente lo elogia. De esta manera apartando un poco el fútbol. ¿Qué legado, ha dejado Enrique Meza, en las personas con las que ha trabajado y con las que ha convivido a lo largo de su vida?
Soy un tipo amable, tengo mucha familia, muchos jugadores siempre me llaman para pedir consejos personales y profesionales. Yo trato de ayudarles, pues soy un tipo con vocación de servicio. A mí, casi toda la gente me trató muy bien, mi familia siempre me trató con mucho cariño, nunca nadie me puso una mano encima. Tuve grandiosos técnicos, todos muy amables.
A los entrenadores nos pagan porque los equipos ganen, pero a mí me gusta hacer amigos entre los jugadores. Muchos entrenadores exitosos, dicen que los técnicos no pueden ser amigos de los jugadores, pero yo difiero en eso. Cuando tengo problemas con futbolistas, a la larga acaban agradecidos conmigo, pues yo los corregía.
El trabajo de un entrenador, no solo que los jugadores jueguen bien, si no también ayudar a los jugadores a que no se equivoquen en su vida personal. La vida entera no alcanza para hacer el bien, si tu abres la boca para hacer daño, ya te equivocaste. En cambio, hacer el bien es tratar de estar bien con Dios, y no digo que lo consiga, pero no hago cosas que no me gustaría que me hicieran.
Alguna vez el poeta Valdano, dijo: “trabajo como si me fuera a quedar toda la vida sabiendo que me puedo ir mañana” haciendo referencia al puesto de entrenador, el cual siempre esta en ojo del huracán y la presión gira en torno a él. ¿En algún momento se disfruta de ser entrenador?
¡Sí, es muy bonito!, en las derrotas normalmente hay caras largas, ante esto, el entrenador casi siempre se queda solo, si los directivos, me dicen “haz esto” porque son dueños del equipo, y yo lo hago y el equipo pierde me van a correr, si yo no hago lo que me dicen, y el equipo gana, me voy a quedar. A veces hay que correr hay riesgos. Cuando los jugadores dejan de confiar en el técnico, es mejor irse.
Los equipos de fútbol les cuestan mucho dinero a los dueños, si tuviera muchos ingresos no tendría un equipo de fútbol. Al técnico a veces no le importan los resultados, pero a los dueños, si. pues los buenos resultados, dan finanzas sanas al club.
Y ya para cerrar, para usted profe, a términos muy generales, ¿qué es el fútbol?
Es una manera de vivir, alguna vez mi nieta me dijo: -Oye abuelo, nada más nos sentamos a comer y ustedes empiezan a hablar de fútbol-. Yo contesté –Es nuestra vida mija, desde los 9 años empecé a jugar futbol, desde ahí me absorbió porque ha sido algo muy bonito-
Alguna vez, Albert Camus dijo:
Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol.
Porque con sudor te enseña a ganar y perder. Para mi primero está Dios, después está mi familia y después está el fútbol, que tantos amigos me ha dado, el fútbol es una maravilla irrepetible.