El cafetero parece querer salir a toda costa del Real Madrid en este mercado de fichajes
El colombiano habló de su vida personal y de su situación en el Real Madrid. James se mostró sorprendido y frustrado por la falta de oportunidades. A pesar de no contar con demasiados minutos, el cafetero no le guarda ningún rencor a Zinedine Zidane.
Una situación muy complicada
James sabía desde el principio que no entraba en los planes del técnico francés. A pesar de que Zidane tenía su equipo y sus ideas más que claras, no dejó salir al colombiano. El cafetero quería gozar de minutos y de oportunidades en un equipo donde se sintiera importante. El Atlético o el United fueron algunos de los equipos que llamaron a la puerta del Madrid para hacerse con los servicios de la zurda colombiana.
Posiblemente la durísima derrota que sufrieron los merengues frente al Atlético en el amistoso en Estados Unidos cerraron la puerta del Wanda a un James dispuesto a irse al bando colchonero con tal de tener minutos. James siempre ha tenido algo especial, pero en los últimos años no ha conseguido ser el futbolista talentoso y determinante al que nos acostumbró desde ese Mundial de 2014, donde enamoró a todos los futboleros.
Finalmente se quedó en el Real Madrid. Tras una temporada que el mismo define como “una de las decepciones de su carrera” quiere salir en busca de minutos. Con un gol y dos asistencias en 729 minutos jugados, James quiere volver a sentirse protagonista y sabe de sobra que para ello tiene que abandonar la disciplina blanca. El jugador no ha contado prácticamente para el técnico galo y es que tanto él como Bale han sido dos de los jugadores más “castigados” por la gestión de Zidane.
La irrupción de Valverde
La magnífica temporada del uruguayo le ha restado protagonismo a un James que no ha estado ni mucho menos a su nivel. Con Modric, Kroos y Casemiro prácticamente intocables en la medular y la buena noticia del gran nivel de Valverde, James veía como sus opciones de tener minutos quedaban muy reducidas. Una situación insostenible para un jugador de su nivel, un futbolista de una calidad inmensa que quiere volver a su mejor nivel de la mano de otro club.
A pesar de que el asegura que no tiene minutos por culpa de otras personas, es muy evidente que este James está a años luz de aquel futbolista que enamoró a los madridistas en 2014. Los pocos minutos que ha jugado se ha visto a un jugador muy desconectado, lento e incluso bastante impreciso. El partido en Anoeta frente a la Real fue el claro ejemplo del nivel del colombiano. Un partido nefasto del cafetero que dio la razón a Zidane tan criticado por la afición colombiana por no alinearle.
James muestra compromiso y actitud, pero no está ofreciendo el nivel esperado. En las pocas oportunidades no ha conseguido darle la vuelta a la situación. Solo ha conseguido reafirmar la idea de Zidane de no contar con él. Isco y Fede han aprovechado ese bajón del zurdo para entrar en los planes de Zidane y conseguir minutos en equipo con mucho overbooking en la medular.
¿Qué quedó de aquel James?
Muchos se preguntarán: ¿dónde está el James de 2014? Ni rastro de aquel colombiano que se salió en el Mundial de Brasil. Un jugador tocado con una barita, con una calidad en su pierna izquierda que maravilló al mundo. Llegó al Madrid después de ese inolvidable mundial tanto para él como para su selección. Un fichaje que generó mucha ilusión al madridismo y es que este tipo de jugadores son de los que gustan y mucho en Chamartín.
Su primera temporada ni mucho menos decepcionó. Fue una pieza clave en el equipo de Carlo Ancelotti. La magia en la medular la ponía el colombiano y su nivel cumplía con creces con lo esperado. Se veía a un jugador con ganas de triunfar en el Real y sobre todo participativo y siempre al servicio del equipo.
Un futbolista imprescindible para el técnico italiano y no es para menos. Su influencia en el juego merengue era decisiva. Goles, golazos y asistencias mágicas eran el pan de cada día en cada partido del conjunto blanco. Las lesiones lastraron a un jugador diferente que tenía entre ceja y ceja hacer historia en el club más grande del mundo. Con 36 goles y 42 asistencias cerró su primera etapa como jugador del Real Madrid.
Las segundas oportunidades nunca fueron buenas
James regresó con ganas de volver a ser el jugador decisivo de antes, pero se encontró con muchos escollos en su camino que han dificultado el hecho de ver al colombiano a su mejor nivel. La falta de oportunidades y la falta de minutos han generado una tensión y una situación negativa que tienen que solucionar tanto club como jugador por el bien de ambos.
La solución más fácil es que James abandone el club y que como dice él, se le recuerde por su primera etapa donde maravilló al siempre exigente Bernabéu. No le faltarán pretendientes al colombiano y es que Galatasaray, equipos de la Premier e incluso de nuestra propia Liga pelearán por los servicios de la joya colombiana.