El Valencia CF completó en 2007/08 la temporada más irregular de su historia de la mano del actual entrenador del FC Barcelona
Koeman. Un estilo de toque, de tener la bola, de mimarla, de cuidarla. Abriendo el campo, con una presión defensiva alta y anteponiendo la pizarra a cualquier otra cosa. La temporada 2007/2008 fue la temporada del Valencia, fue la temporada de los altibajos, la temporada de las alegrías y de las preocupaciones.
Corría el año 2007. El Valencia CF se preparaba para empezar una nueva campaña liguera. Quique Sánchez Flores como entrenador. Amadeo Carboni como director deportivo. Entrenador y administrador al conjunto, después de haber conseguido la clasificación a la Champions League hicieron oficiales cinco fichajes por 14,5 millones. Todo era un cuento de rosas, hasta que las peleas entre director deportivo y presidente estallaron, consiguiendo el despido de Carboni, al mismo tiempo que Sánchez Flores se ratificaba como entrenador.
Días después del despido de Carboni, Miguel Ángel Ruiz llega al puesto de director deportivo listo para desembolsar millones. Con las renovaciones de sus pilares oficiales (Cañizares, Albelda, Rubén Baraja y David Silva), el nuevo director deportivo empezaba con su particular mercado de fichajes. Nikola Zigic (Racing de Santander) y Manuel Fernandes (Benfica) por 35,8 millones e Iván Helguera (Madrid) gratis. Tres fichajes que completaron la plantilla del Valencia de cara a la nueva Liga, Copa del Rey y Champions League.
El comienzo de la temporada
Con el comienzo de La Liga, un Valencia superior al resto se salió. Victoria tras victoria, llegaron a la novena jornada con 6 partidos en los que sumaron 3 puntos. La madrugada después de la novena jornada, tras la derrota 3-0 ante el Sevilla, Quique fue destituido y dejaba al Valencia con en entrenador del filial, solo ante el peligro. Dos semanas después de la destitución del madrileño y la toma de poder de Óscar Fernández, el holandés Ronald Koeman llegaba al banquillo. Con unas ideas totalmente distintas a las de los dos anteriores entrenadores, empezaba consigo, el inicio de la decadencia liguera.
Un 17 de diciembre de 2007, antes de viajar a Irún para jugar la Copa del Rey con Koeman como nuevo entrenador, uno de los mayores escándalos sociales del Valencia CF empezaba su historia. David Albelda, pilar fundamental del equipo, denunciaba al Valencia tras ser comunicado por el holandés que no contaba ni con él, ni con Cañizares ni con Angulo, que o se buscaban otro equipo, o no jugarían nada. En los tribunales, con la plantilla y dirigentes sentados en el banquillo, se dictaminó la victoria del holandés. Con la explicación de que el entrenador estaba en todo su derecho de no alinear a los jugadores, la travesía de Koeman en el Valencia seguía su curso.
A partir de enero, el club “che”, con nuevas sensaciones, encaraba la segunda parte del calendario. La Liga parecía estar tirada. Cada vez más cerca de segunda que de primera, eliminados de la Champions, pero con una esperanza, la Copa del Rey. No había nadie que plantase cara al Valencia CF. Real Unión, Betis, Atlético, Barcelona y Getafe en la final. El título de la copa era de Valencia, era de los valencianistas. La sequía se había terminado, pero La Liga, la permanencia todavía estaba en juego. Una muy triste y contenida celebración después, los valencianistas todavía tenían que pelear para mantener la categoría.
El fin
Cinco días después de ganar el titulo, Koeman fue despedido tras perder 5-1 ante el Athletic de Bilbao, siendo sustituido por “Voro”, quien consiguió mantener al Valencia en Primera División con cuatro victorias en las últimas 5 jornadas. Una reorganización, un juego más seguro, una vuelta a la normalidad. Un “Voro” que trajo equilibrio a Valencia. Una Copa del Rey, la permanencia, 62 goles en contra y el peor registro de puntos conseguidos por un entrenador en el Valencia. 0.81 puntos por las veintidós jornadas que disputó Koeman. El año más irregular del Valencia, el año de Koeman, el año de la montaña rusa.