Se hablaba de una revolución, se hablaba de cambios, de decisiones que ya estaban tomadas, pero la verdad es que nada ha cambiado y nada cambiará en Can Barça
Desde la directiva, se vendió nuevamente la idea de que habría un cambio, de que habían decisiones importantes tomadas, de que habría una revolución. Nada de eso ha ocurrido y el Barça sigue a la deriva. Tras el 2-8 ante el Bayern, el único jugador que se ha marchado ha sido Iván Rakitic.
La falsa revolución
Otra fracaso de la directiva se suma a la larga lista de decepciones y engaños que han sido capaces de realizar a lo largo del año y de su legislatura.
Tras el 2-8 ante los alemanes, el club anunció cambios, salidas, fichajes y lo llamó “Revolución”. Suena emocionante, incluso poético cuando uno se lo imagina. Una revolución puede significar muchas cosas: a unos les viene a la mente el cambio de Cruyff, la Champions de Rijkaard, la era de Guardiola, el triplete de Luis Enrique…muchos momentos en la historia del club suenan a revolución, pero desde luego este no es uno de ellos.
Una Revolución es nada más y nada menos que un cambio radical. Jugadores, entrenadores, staff técnico, directiva…un cambio generalizado. Que el club este viviendo la crisis a la que está sometida es culpa de todos los miembros de el, desde el primero hasta el último. Todos han contribuido directa o indirectamente a que esto terminara de la peor manera posible y por ello las revoluciones intentan cortar de raíz los problemas y empezar de cero.
No obstante, desde la directiva del club, se cree más conveniente hacer fichajes y echar a uno o dos jugadores que ellos consideran que son los causantes de la crisis del club.
¿La culpa era de Setién?
Un entrenador que llego en plena crisis, sin conocer a los jugadores, sin tener el apoyo del vestuario que aún confiaba en Valverde, sin poder implementar sus ideas y teniendo que sucumbir a la presión de las famosas “vacas sagradas” ha sido el señalado por la directiva como culpable de la debacle ante el Bayern. Parece mentira.
Parece mentira que hayamos llegado al punto en el que nos creemos que fue su culpa, cuando únicamente hay que mirar un poco más allá: entrenos de 40 minutos, 3 humillaciones anteriores, sin idea futbolística, jugadores de más de 30 años, vacas sagradas…el club ya se hundía y Setién fue un mero tripulante, jamás sostuvo el timón de este barco.
No es creíble que Quique Setién sea el responsable cuando ningún jugador corrió ese día, cuando nadie salio del campo exhausto, cuando el capitán no alienta a sus compañeros. Así no se puede.
Ningún entrenador del mundo podría haber gestionado tal vestuario e intentan hacernos creer que el es el responsable.
La venta de Rakitic, necesaria pero insuficiente
Iván Rakitic, probablemente uno de los jugadores más criticados durante la temporada por el aficionado culé y con razón. Iván ha sido un grandisimo jugador, que ha dado mucho al club cuando se fue Xavi.
Tuvo la difícil tarea de suplir a posiblemente el mejor centro campista español de la historia y lo hizo de maravilla, pero sus últimos años han sido muy pobres.
Su salida era necesaria, pero no suficiente. Cierto es que con un hueco más en el centro del campo, jóvenes como Pedri, Riqui y Aleñá podrán ocupar ese puesto, pero el único problema no es ese, va más allá.
También es importante señalar que la suma es insultante. Un jugador que ha sido titular en la mayor parte de la temporada y que ha jugado casi todos los minutos, por el cual el PSG llegó a ofrecer 90 millones no se puede malvender por 1 millón y variables.
Es una muestra más de la mala planificación de club y de decisiones precipitadas que buscaban aparentar un cambio y convencer a parte de la afición de que estaban haciendo bien su trabajo, pero ya es suficiente.
Vidal y Suarez en la recta de salida, ¿Y qué más?
Todo indica a que saldrán. Aunque Luis Suárez parece estar frenando su salida, Koeman no cuenta con el para su nuevo proyecto y Arturo Vidal tiene las negociaciones avanzadas con el Inter de Milán.
Vidal es un jugador que lo ha dado todo, pero que ha demostrado no entender de que el estilo no es negociable. No será Arturo Vidal quien diga lo que es el estilo del Barça y quien ponga en duda el fútbol que nos ha hecho grandes. Además, su ficha y su edad son ya un problema para el equipo.
Luis Suárez ha sido el delantero titular del equipo desde que llegó y tras serlo toda la temporada, ahora por fin parce que no seguirá en el club. Suárez no ha aportado nada futbolisticamente en todo el año y eso es una realidad. Por muchos goles (que solo han sido 16 en Liga) que haya metido, a nivel de toque, de fútbol y de aportar al juego del equipo no ha contribuido.
Es momento de que se vaya y deje sitio a fichajes como el de Griezmann y a jovenes como Trincao y Pedri, que vienen con muchas ganas.
No obstante, estas 2 ventas, que aún no se han realizado y que podrían no realizarse si la cosa se tuerce, no son las únicas que deben de haber. El 2-8 fue una cosa de intensidad defensiva, que es el verdadero problema de este equipo.
Nos meten 8 y fichamos a Depay
Parece increíble, pero es cierto. El fichaje no es oficial, pero según De Telegraaf, el fichaje ya está cerrado por 25 millones de euros más 5 en variables.
Si damos la vista atrás un segundo, veremos que el último partido oficial fue la mayor humillación en los últimos años, en la cual el equipo encajó 8 goles en cuartos de Champions League, siendo patética la actuación defensiva.
Uno esperaría que, después de encajar 8 y salir humillado, si se hacen fichajes, se fichen centrales y laterales para que no vuelva a ocurrir lo mismo, pero no. En lugar de ello, la directiva opta por fichar a Memphis Depay por 30 millones que, en este tiempo de crisis económica en el fútbol, son muy valiosos.
Depay es un gran jugador, pero no es necesario. Actualmente, Messi, Ansu, Trincao, Pedri, Griezmann, Dembélé, Coutinho, Braithwaite y Suárez pueden ocupar las 3 posiciones ofensivas, mientras que la defensa sigue siendo Semedo, Piqué, Lenglet y Alba, dado que Junior no ha dado el nivel, Umtiti no está y los jóvenes como Todibo y Araújo no tienen oportunidades.
Depay no era el fichaje. Urge un lateral izuqierdo, urge un central como Eric Garcia, urgen cambios defensivos, no urgen delanteros.
Messi también es un problema
Koeman ya dijo que solo jugaría con gente que quisiera estar en el club. Messi no quiere estar, ¿contará con él?
Obviamente, que sea el mejor jugador del mundo es una buena excusa para hacer una excepción, pero estos últimos años, Messi ha mantenido a un Suárez que no daba más, no ha ejercido de buen capitán, ha exprimido económicamente al club, ha echado a entrenadores y no ha dado alegrías en Champions a la afición.
Su venta por una buena suma sería un alivio económico y se podría considerar una revolución, pero la directiva, preocupada más por hacer el ridículo que por analizarlo desde un punto de vista profesional y futbolístico, no le ha dejado marchar.
Sorprende, pero es así. La marcha de Messi sería la revolución que el club necesita, junto con la de Piqué, Busquets, Alba, Suárez, jugadores que ya no están a su mejor nivel y tienen el control del club y del vestuario.
Moción, Koeman y elecciones
La moción de censura no llegará a las firmas necesarias, Koeman tiene en mente un nuevo proyecto que pretende cambiar las cosas y las elecciones serán en Marzo de 2021.
El panorama es de cambio, pero está claro que esta directiva y estos jugadores no pueden continuar en el club.
Las revoluciones son así y hay que tomar decisiones de peso. Al igual que Guardiola no contó con Deco, Ronaldinho y Eto’o, que en su momento parecía descabellado y luego le dio un sextete al Barça.
Se esperan cambios y se esperan ya, tenemos que salir de esta.