El extremo español es pretendendido por equipos de la parte alta y media de Italia para reforzar sus plantillas de cara a una temporada dura
El catalán es ese tipo de jugador que sino hubiera sido por sus lesiones, habría llegado a ser unos de los mejores de su época. El problema de Deulofeu aparte de las lesiones ha sido el no conseguir adaptarse a los entrenadores, equipos o competiciones en los que ha jugado.
Criado en La Masía
A la temprana edad de 9 años se unió a la escuela de fútbol del FC Barcelona y fue en la temporada 11/12 cuando dio el paso al “B”. Con 17 años debutaba en la Segunda División española y marcaba su primer tanto oficial ante el Hércules.
Durante sus dos primeros años fue convocado en repetidas ocasiones por Guardiola para jugar con el primer equipo. No tenía cavidad en ese gran equipo y es que incluso nombres importantes como Pedro se quedaban en el banquillo, eso sí, siendo el jugador número 12.
Con el ADN del Barcelona en sus venas parecía que sería cuestión de tiempo que triunfara en Can Barca. Por ello la directiva le buscó una salida en forma de cesión a la edad de los 20 años.
Dos primeras experiencias lejos de la casa
Primero fue cedido al Everton de la Premier League, donde tuvo una buena primera temporada. Era importante, disputó 29 encuentros sumando todas las competiciones e hizo que toffees llegarán a la mejor posición histórica, quintos con 72 puntos.
Tras esta primera experiencia europea el Barcelona comunicó que no se realizaría una segunda cesión al Everton y el jugador volvió a la entidad blaugrana. Poco duraría su estancia, ya que el 14 de agosto de ese mismo año se marcharía nuevamente cedido, pero esta vez al Sevilla.
Equipo que tocaba Deulofeu, equipo que logra un récord histórico. 76 puntos lograba la entidad hispalense posicionándose como quinto, pero clasificando a la Champions League. De la mano de Unai Emery el extremo no tuvo una gran aportación goleadora. Su principal función era la de ser el jugador desequilibrante en bandas capaz de dejar sentado a cualquiera.
Las dos siguientes experiencias europeas
Volvió a Barcelona pero está vez ya para marcharse definitivamente en calidad de propiedad al Everton. Tras una temporada fructífera donde disputó 33 encuentros, parecía que volver a Goodison Park iba a ser su asentamiento en un club grande. Nada lejos de la realidad la temporada siguiente tan sólo duraría medio curso y se volvió a ir cedido.
Pisaría por primera vez la Serie A de la mano del Milán e iba a ser importante. Tan sólo 18 partidos y cuatro goles, dejó con un buen sabor de boca a los hinchas en San Siro, pensando que podrían comprarlo para quedárselo y que siguiera creciendo.
Vuelta a Barcelona y salida al Watford
Parecía que tras estas dos salidas fuera de España podría ayudar en Barcelona y es por eso que lo volvieron a fichar. Tras diez partidos sin convencer el club blaugrana lo volvería a ceder con opción de compra.
Tras tres temporadas en el club inglés y siendo pieza clave en los “hornets“, parece que su momento ha terminado. Después de la última lesión, su calidad en el campo y que el equipo ha descendido a la Championship, llegó el turno de abandonar el barco.
Vuelta a la Serie A
Tres equipos han sido los que se han interesado en el español. Milán, Nápoles y Fiorentina han entrado en la puja por el jugador. Los rossoneri lo traerían si Federico Chiesa no llega y para que esa acción se realice, la Fiorentina tiene que vender al italiano o comprar antes al español.
Los napolitanos por su parte buscan el reemplazo de José Callejón, aunque la titularidad en el equipo azurri está más complicada al tener a Hirving Lozano en un estado de forma magistral.
Actualmente el jugador cobra 3,5 millones de euros por lo que el Watford necesita aligerar la masa salarial y por ello una venta no se vería con malos ojos. A falta de menos de dos días para el final del cierre del mercado, Deulofeo se encuentra en la rampa de salida para marcharse a un club que pueda asumir los costes.