Tras cinco partidos de Premier League, el Chelsea va octavo en la clasificación dejando una imagen decepcionante en el terreno de juego
2 victorias, 2 empates y 1 derrota en los primeros cinco encuentro de liga. Resultados que serían positivos para gran parte de los equipos, pero no para el Chelsea, considerado por muchos el nuevo aspirante para levantar la Premier League. Por otro lado, el único rival complicado, al cual se ha enfrentado ha sido el Liverpool de Jürgen Klopp, imponiéndose 0-2 los vigentes campeones. Los otros dos equipos con los que el conjunto de Lampard ha perdido puntos son, el recién ascendido, West Brom y el Southampton. A priori, ambos equipos eran infinitamente inferiores al todopoderoso Chelsea, sin embargo, en el campo se reflejó una igualdad preocupante. La pérdida de puntos contra equipos tan humildes ha abierto el debate sobre si realmente el “nuevo” Chelsea estará al nivel del Manchester City y el Liverpool a lo largo de la temporada.
Abramovich quiere volver a dominar Inglaterra
Tras estar un año sin poder fichar, debido a la sanción impuesta por la FIFA, Abramovich ha demostrado que potenciar la cantera al máximo iba a ser solo un remedio a un problema puntual y no un proyecto deportivo. Y es que el Chelsea ha sido el equipo que más dinero ha invertido en este mercado de fichajes, trayendo, tanto a promesas mundiales, como a jugadores hechos, tanto poderío ofensivo, como esperiencia defensiva.
Jugadores de la élite del futbol mundial han aterrizado en Londres para devolver al Chelsea a lo más alto de Europa. 250M€ en 6 fichajes ha invertido el ruso en la plantilla “blue”, aconsejado por Marina Granovskaia, su mano derecha y artífice de este gran proyecto deportivo. Werner, Ziyech, Havertz, Chilwell, Thiago Silva, Mendy… Todas las posiciones han sido cubiertas, no obstante, muchos critican la falta de refuerzo defensivo en proporción a la inversión ofensivas.
Dudas defensivas y falta de adaptación
Fichar a tantos jugadores de gran nivel de equipos diferentes tiene también su parte negativa, pues son jugadores que nunca han jugado juntos y por ello carecen de química. Hay que tener en cuenta, que el Chelsea el año anterior ya era un equipo hecho y trabajado a medida por Frank Lampard. La incorporación de 6 jugadores, dispuestos a ser titulares, se ha visto reflejado en el arranque liguero. Las faltas de entendimiento y de química entre muchos jugadores y el intento de destacar más por individualismos, que por juego colectivo, se ha visto mucho en los partidos de los londinenses. Jugadores, como Havertz, no acaban de rendir al máximo, denotando incomodidad y malestar sobre el terreno de juego. No obstante, Lampard demuestra que confía en él, pues es fijo en el once titular. Werner parece ser el jugador que mejor está rindiendo hasta el momento.
Aunque los fichajes de las posiciones ofensivas no estén rindiendo a su máximo nivel, el núcleo del problema se encuentra en la defensa. Pérdidas en la salida de balón y fallos garrafales, que acaban en gol se han convertido en una costumbre en los encuentros del Chelsea. Primero fue Kepa, después Thiago Silva, en el siguiente encuentro Zouma y Kepa… La falta de confianza se ha extendido por toda la defensa, convirtiéndose en un problema colectivo, y no individual. El conjunto “blue” ha encajado 9 goles en tan solo 5 partidos, cifras que no puede permitir un equipo que pelea por el título.
Minutos prometedores y esperanza en la plantilla
Aunque el Chelsea no acabe de carburar, debemos tener en cuenta que la adaptación de 6 jugadores con nivel para estar en el once titular en Premier League no es nada fácil. Si también sumamos que no han tenido ni una pretemporada para conocerse y crear vínculos, tanto fuera, como dentro del campo, es comprensible que el Chelsea no acabe de rendir. La inversión llevada a cabo por Abramovich es un proyecto deportivo a largo plazo, probablemente generacional. A los canteranos, como Mount, Reece James, Tammy Abraham y compañia. Supieron representar al Chelsea demostrando garra y ambición, se les han incorporado jugadores de la élite mundial con un objetivo claro: convertir al Chelsea en uno de los grandes de Europa durante muchos años.
Es por eso que el proceso es lento y la paciencia será un factor clave en el devenir de este equipo. El Chelsea actual no está al nivel del Liverpool o City, algo totalmente comprensible. Guardiola no consiguió ningún título en su primera temporada con una inversión incluso mayor que la del Chelsea. Jürgen Klopp quedó octavo en su primer año y cuarto en su segundo. Los grandes proyectos conllevan su tiempo, un “proceso de maduración” que no siempre es igual de largo . Ahora es el turno de Frank Lampard. Él es el responsable de potenciar al máximo el rendimiento de sus jugadores para que el año que viene, no solo compita por levantar la Premier League, sino también por traer la segunda Champions a Londres.