Tras una pésima temporada, era cuestión de tiempo que saliesen los pesos pesados del vestuario, pero… ¿hasta qué punto?
El valencianismo este verano ha visto cómo se marchaban nueve jugadores, de los cuales cinco eran titulares indiscutibles. Todos ellos por sólo 60 millones de euros. Y, peor aún, sin traer ningún refuerzo.
El valor de la plantilla, según Transfermarkt, ha bajado de 513 millones de € a 244 en tan sólo dos años. La cifra impacta. Porque ya no es sólo la marcha de jugadores con un alto valor (a un bajo precio) si no que los que se han quedado, también lo han bajado, exceptuando a Racic, Yunus, Kangin, Álex Blanco y Maxi.
A esto, se suma la salida de Kondogbia al Atlético de Madrid, prácticamente cerrada. El centroafricano ha estado 17 días sin entrenar por unas molestias en el talón. A pesar de que ya ha vuelto a los entrenamientos, se ha caído de la convocatoria para el partido contra el Getafe.
Javi Gracia asegura que no sabe qué va a pasar con el tema Kondogbia, a pesar de que Anil le aseguró que o se pagaba la cláusula o se quedaba
Y, probablemente, en el mercado invernal se viva la misma película. Ventas, mal rendimiento, derrotas, lesiones, bajas, peor rendimiento. Por lo menos, el valencianismo espera que el espíritu navideño no se apodere de Meriton y siga regalando jugadores, y si se va alguien, que sean buenas ventas.
Pero parece que esto no va a ser así. La enorme deuda, sumada a la posible intención de Peter Lim de vender el Valencia, va a conseguir otro mercado plagado de bajas, y de sufrimiento. Parece que ya ni sorprende la gestión nefasta de la plantilla, ni las pocas ganas de colaborar de Murthy y su séquito. Pero siempre quedará la afición. Y los mariachis.