La difícil situación por la que atraviesa el club no tiene apenas reacciones por parte de sus aficionados
Burlas constantes, comunicados incendiarios, declaraciones inapropiadas, desprestigio a sus leyendas, cervezas en horario laboral, e incluso mandar callar al mayor patrimonio del Valencia CF, su afición. Este es solo un breve resumen de todo lo que está teniendo que soportar la afición valencianista por parte de la directiva de su equipo. ¿La reacción a todo esto? Cuatro manifestaciones en verano que ni Anil Murthy recordará, e incluso que Peter Lim no tendrá ni constancia de que llegaron a suceder, y unos mariachis que como gracia está bien, pero que carece de seriedad.
La destrucción del Valencia no pasa solo por lo deportivo e institucional, pues la afición no debería de permitir todos los acontecimientos, que en lugar de verse con menor frecuencia, resultan ya hasta normales. La realidad queda en una situación muy alejada a la deseada. A día de hoy, parece ser que se puede hacer lo que sea bajo el nombre del Valencia CF, y la reacción a ello será apenas unas horas de quejas por Twitter.
Pero la ración de anestesia de Meriton viene por partida doble. Pues en lo deportivo, los partidos son cada vez menos relevantes y parece normal hablar del descenso, o de un futuro cercano donde el club no juegue en La Liga o incluso llegue a desaparecer. Recuerden que estamos hablando del Valencia.
Aún hay tiempo, pero no mucho
La verdad es que ellos ya no engañan a nadie, excepto a aquellos que se mueven por intereses y se dedican a intentar limpiar la imagen de Meriton. Además de las manifestaciones anteriormente mencionadas, existen plataformas con el objetivo de echar a esta gente del Valencia. En cambio, la realidad de estas plataformas es que acaban de nacer, y que necesitan tiempo, y cada vez hay menos.
A pesar de todo, la afición tiene una ultima bala: la vuelta del público a Mestalla. Si cuando el templo valencianista vuelva a contar con su afición y no sea una constante olla a presión tanto para el rival, como para los mandatarios, el valencianismo habrá fracasado.