Poco queda de aquel Valencia bronco y copero de Marcelino, un equipo con unos automatismos claros y competitivo, fuera quien fuera el rival
Está claro que el nivel futbolístico de la plantilla ha bajado desde la marcha de jugadores de mucha clase como Garay, Rodrigo o Parejo. Pero aún así, el Valencia no tiene equipo para estar donde está ahora mismo, citando las polémicas declaraciones de Fernando Gómez-Colomer, jugador con más partidos de la historia del Valencia:
“Esta plantilla es el séptimo presupuesto de La Liga, el Valencia tiene nivel para quedar entre el séptimo y el décimo”
Fernando Gómez-Colomer, a ElDesmarque
Parecía que Gracia iba a hacer olvidar a Celades, con un estilo de juego similar a Marcelino. Un Valencia defensivo, sólido atrás y con velocidad para salir a la contra. Además, Javi Gracia contaba con un jugador al que Marcelino apenas pudo usar: Maxi Gómez, un ‘nueve’ puro. Baja balones, potente en el área y muy peleón. Evidentemente el Navarro no cuenta con dichos jugadores como Rodrigo o Garay, fundamentales para el antiguo técnico che.
A fin de cuentas, el Valencia puede salvar la temporada con jugadores jovencísimos, como Guillamon, Kang In o Yunus, pero al equipo le falta una pieza fundamental: un organizador. Una figura ausente desde la marcha de Dani Parejo. Un jugador que lleve el balón de un área a otra en cuestión de segundos, y que al mismo tiempo sea capaz de darle calma al juego en cuanto sea necesario. Algo que Soler o Wass no han sido capaces de hacer.
El Valencia, además, no cuenta con laterales muy volcados ofensivamente, al menos en su alineación titular de cada semana. Gayà y Wass, piezas clave para el esquema de Gracia, son lateral muy arraigados a la defensa, mientras que Lato y Correia atacan con más soltura. La solución está en manos de Javi Gracia, pero está claro que este Valencia debe cambiar su forma de juego, porque no sabe jugar a la contra.