Termina un año más que positivo en lo deportivo en Nervión, en el que se cumplieron los objetivos y se volvió a la senda del título
A pedir de boca le ha salido el maldito 2020 al Sevilla. Un año en el que a pesar de todas los problemas, el equipo se ha levantado siempre. Problemas como que Lopetegui estuvo al borde del despido justo en el comienzo de año, allá cuando se podía ir a ver el partido. Problemas como que varios jugadores cogieron el COVID en momentos clave, como Gudelj en Colonia. Lo importante es que se consiguieron todos los objetivos, con el lunar de la Copa del Rey, pero cumplidos con creces.
Balance
A falta del último del año, que será contra el Villarreal, el Sevilla ha disputado un total de 49 partidos, ganando más de la mitad de ellos. Una locura. 26 victorias, 14 empates y tan solo 9 derrotas, siendo la mayoría de ellas hace 11 meses en la mala racha, cuando en Vigo parecía que la temporada ya no servía para nada. En este 2020, el Sevilla batió su mismo récord de partidos sin perder, encadenando 22 invicto. Entre ellos, los dos fatídicos empates ante el Cluj que sirvieron para seguir adelante en el camino hacia la sexta.
Cambio de chip post-parón
El Sevilla fue uno de los grandes beneficiados por la pandemia en el tema deportivo. De los 11 que quedaban por disputarse no perdió ninguno. Empezando masacrando al Betis en el derbi en un 2-0 bastante corto y acabando en un partido ajeno al sevillano. Una derrota del Villarreal ante la Real Sociedad con todavía 3 encuentros por disputarse daba matemáticamente la ansiada clasificación a Champions a un Sevilla que puso los 5 sentidos en la Europa League.
La unión del vestuario ganó la sexta
Tocaba poner rumbo a Alemania a disputar la fase final de la Europa League, con el calendario ya sorteado, esperaba la Roma. En ese partido, al equipo italiano solo le quedaba el nombre. Un auténtico monólogo sevillista durante todo el partido impuso un justo 2-0 en el marcador, con dos golazos: una enorme jugada personal de Reguilón y un fantástico contragolpe llevado por Ocampos y culminado por En-Nesyri.
Ahora, tocaba el inflado por los medios de comunicación Wolverhampton. Demasiado tarde llegó el gol sevillista. Fue en el 87′, de Ocampos y un centro musical firma de Éver Banega. Antes, Bono se había vestido de héroe parando un penalti a Raúl Jiménez. Aquí comenzaría la trilogía de penaltis de Diego Carlos.
Estos dos partidos, octavos y cuartos de final a partido único, se jugaron con un miembro de la plantilla en Sevilla, positivo en coronavirus. Ya en las semis, contra todo un Manchester United, se incorporaría el serbio. En la recibida en el hotel por parte de toda la plantilla es donde se ganó la copa. Todo un vestuario cantando, felices, disfrutando y demostrando que aquel vestuario era uno.
Venía Rashford, Martial, Bruno Fernandes, Pogba… Y aquí, Bono sí que se vistió de santo. Solo pudieron batirlo de penalti, porque el marroquí paraba todo lo que se movía. En el 85′ llegaba el gol de un cuestionado durante toda la temporada, Luuk De Jong, que también se convirtió en héroe en la final, contra el Inter de Milán de Lautaro y Lukaku, con un doblete que hacía hexacampeón al Sevilla FC.
Sin descanso, a otra final
Prácticamente sin descanso encaraba el Sevilla la Supercopa de Europa contra un Bayern Münich que arrasó en la Champions. Los andaluces tiraron de su lema «dicen que nunca se rinde», llevando al coco a la prórroga y perdiendo de la forma más cruel y digna posible. Aquí ya no estaba en mago, Éver Banega. Así comenzaba la 20/21. Directamente tocaba centrarse en la Liga y hasta ahora, peleando por lo mismo que la temporada pasada, sexto con dos partidos menos.
Resumen
2020 ha sido un año muy bueno en Nervión. Se ha ganado un título 4 años después y se ha consagrado como el cuarto equipo español. También ha habido pérdidas duras como las de Campanal, Biri Biri o Maradona.