El entrenador alemán volvió a poner a los Reds en la cima del fútbol mundial, con un proyecto ejemplar
Hasta la temporada 14/15, el Liverpool venía siendo un equipo muy irregular. Tenía algunas temporadas mejores que otras, pero prácticamente nunca era considerado una verdadera amenaza de cara a la lucha por el título de la Premier League. Solamente en aquella campaña 2013/14 bajo los mandos de Brendan Rodgers estuvieron cerca de ganar la liga, pero sobre el final una serie de malos resultados los dejó con las manos vacías.
El comienzo del proyecto
En octubre de 2015, se contrató a Jürgen Klopp como sucesor de Rodgers. Al alemán le esperaba un reto durísimo, que significaba la reconstrucción total de un plantel que no convencía y simultáneamente se despedía de su mítico capitán Steven Gerrard.
De igual manera, no todo fue descartado, sino que se utilizaron algunas piezas de aquella platilla para construir la base del equipo actual. Jordan Henderson, Joe Gómez, Dejan Lovren, James Milner y Roberto Firmino, fueron considerados como jugadores imprescindibles para comenzar a darle forma a los nuevos Reds.
La primera temporada de Klopp no tuvo demasiadas luces, ya que finalizaron octavos en Premier, pero llegaron a la final de la Europa League. Esto le daba un pequeño crédito al alemán en el banquillo, porque nadie esperaba que ese equipo llegara a una final europea.
Klopp empieza a construir su once
Ya en la campaña 16/17, el Liverpool moderno comienza a tomar forma. En el mercado de verano llegan al club Sadio Mané, Georginio Wijnaldum y Joel Matip. También comenzó a tomar importancia en el plantel un joven lateral derecho de la cantera, llamado Trent Alexander-Arnold.
Un dato no menor, es que no gastaron ni un solo euro para traer a tres jugadores, gracias a las ventas realizadas. El saldo final fue positivo por 5 millones.
Aquel año significó un avance importante, ya que pasaron del octavo lugar de liga al cuarto. No disputaron ninguna competición internacional, pero eso les sirvió para enfocarse en el plano local y clasificarse para la Champions del siguiente año.
Sorpresiva final de Champions en la 17/18
En la temporada 17/18 desembarcaron otros tres jugadores fundamentales en el esquema de Klopp: Virgil Van Dijk, Mohamed Salah y Andrew Robertson. Además, es vendido Phillipe Coutinho por 145 millones de euros. En resumen, otro gran mercado donde el sado vuelve a ser positivo, esta vez por 20 millones.
Ese mismo año, el Liverpool vuelve a dejar indicios de su crecimiento, quedando nuevamente cuartos en Premier y llegando a una final de Champions League. Ya el proyecto comenzaba a consolidarse y a mostrar que más temprano que tarde lograrían levantar títulos importantes.
Se ultimaron detalles en la 18/19
En el mercado de la 18/19 llegan Alisson, Fabinho y Keita. Esta es la primera temporada donde el saldo es negativo, pero se compensa debido a que venían de dos mercados donde se había gastado menos de lo recibido.
Finalmente, en este año logran ganar la Champions League, y terminan segundos en una liga que pelaron palo a palo con el Manchester City hasta la última fecha. El proyecto ya era una realidad, y se habían convertido en uno de los mejores equipos del mundo.
Un equipo consolidado
De aquí en adelante poco queda por decir, debido a que no hubo grandes fichajes ni ventas ostentosas. La campaña 19/20 del Liverpool fue excelente, donde se consagraron campeones de la Premier League con 18 puntos de diferencia sobre su escolta. Quizás la única espina fue aquella tempranera eliminación en Octavos de Champions, a mano del Atlético Madrid.
Jürgen Klopp logró reconstruir totalmente a un equipo en tan solo cuatro temporadas, y lo transformó en un club con un estilo de juego propio y ambicioso. Un trabajo ejemplar por parte del alemán, que demostró ser uno de los mejores entrenadores del mundo, si la necesidad de gastar cifras netas desorbitadas.