El canterano fue llamado por Ronald Koeman para acudir a los entrenamientos de la primera plantilla y ha gustado al técnico holandés
Ilaix lleva resonando con fuerza en Can Barça un par de campañas. Incluso se le ha llegado a encontrar similitudes con Paul Pogba y ya le catalogan como el mayor prodigio de ‘La Masia’ a día de hoy. Grandes clubes europeos han puesto sus ojos en él, pero el conjunto azulgrana no ha aceptado ningún tipo de oferta por el futbolista.
La pronosticada cesión de Carles Aleñá al Getafe, le permitirá tener más oportunidades en el primer plantel. El centrocampista guineano y nacionalizado español, es uno de los estandartes del Barça B de García Pimienta con tan solo 17 años. Este mismo mes de enero cumplirá los 18 y la oportunidad de su vida está a escasos instantes de pasar delante suyo.
El final y arranque de año le han sonreído a Moriba, ya que Ronald Koeman le ha dado la oportunidad de entrar en la dinámica del primer equipo. Su infinidad de cualidades hace que Koeman le comience a tener en cuenta para sus planes de futuro y percatandonos de la situación del equipo, su debut podría llegar en un tiempo no muy lejano.
La capacidad que tiene Ilaix de abarcar ambos sectores del terreno de juego durante los partidos, le permite ser un centrocampista ‘box to box’. No solamente colabora en tareas defensivas, sino que además posee una privilegiada visión de juego y sentido táctico.
De cara a puerta es pura sangre fría y su poderosa envergadura (1.85m) le permite pugnar duelos aéreos y balones divididos. Por último y no menos importante, Moriba dispone de uno contra uno. Actualmente en el fútbol, el físico prima cada vez más y el mediocampo azulgrana carece de dicha característica. Los efectivos que juegan proponen un juego plano y así se han visto reflejados los resultados.
La afición recupera un pequeño porcentaje de ilusión gracias al hispanoguineano. En la vigente campaña están habiendo más sombras de lo habitual y la preocupación sobre el rumbo de la entidad es una constante pesadilla en la ciudad condal. Las expectativas puestas en Moriba son altas, pero el joven canterano crece a pasos agigantados.