La mejor versión del rosarino se está viendo en este 2021, que en los últimos dos encuentros, ya ha anotado cuatro dianas
Muchos le daban por muerto. Otros comentaban una supuesta notoria decadencia debido a sus 33 años. Una de las cosas que tiende a hacer la gente es dar por muerto a Messi, ya sea por su mal arranque en la vigente temporada o por ser uno de los señalados en los tropiezos europeos. Se equivocan, porque por muy mal que esté el club, Leo se ha caracterizado por ser un salvavidas, tanto en las buenas como en las malas.
El pasado 2020 fue uno de los peores años de su carrera y le crucificó en absoluto. Tanto en lo deportivo como en lo personal, Messi no conseguía levantar cabeza. Incluso intentando una y otra vez romper dicho mal trago, no lograba sacar a relucir su mejor fútbol.
Con el reinicio de las competiciones y posiblemente sus últimos meses como futbolista azulgrana, Messi ha querido darse una nueva oportunidad. El argentino, pese a la multitud de varapalos que ha recibido, se ha sacado el polvo y ha recuperado el cetro. Al concluir 2020, con el batacazo del Barça ante el Eibar en su propio feudo, Leo no permanecía ni en los cinco primeros goleadores de la competición.
Dejando de lado la paupérrima posición del FC Barcelona, Messi estaba excesivamente errático. Temporada tras temporada veíamos al ‘10’ en la cúspide de los máximos artilleros, pero en la actual, no llegaba ni al doble dígito que tanto nos tiene acostumbrados.
Nuevo año, nuevo Leo
Frente al Huesca, dio una asistencia vital para obtener los tres puntos por la mínima. Contra el Athletic Club, el Barça tuvo que disputar una jornada atrasada, donde la dupla Pedri-Messi se consagró como un tándem perfecto. El canario y el argentino se complementaron a las mil maravillas, dejando patente la armonía que se respira ahora mismo en Can Barça.
El futbolista rosarino fue partícipe en los tres goles de su equipo y envió dos balones a la madera. Pudo haberse marchado de la catedral con más dianas para su cuenta particular, pero parece ser que aún tenía proyectiles guardados. Hoy en Granada, ha endosado dos tantos de museo para colocarse como líder de la tabla de goleadores. Nada más y nada menos que 250 tantos como visitante. Casi nada.
El mundo claudica ante la ‘pulguita cósmica’. Cuando Leo está, el Barça es otro. La misma clasificación lo verifica.