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Historias de la Fórmula 1: La rivalidad Senna-Prost, una leyenda del motor

Una rivalidad que vive en la mente de todos los aficionados al motor

En el deporte de la máxima categoría del automovilismo internacional, la Fórmula 1, siempre se ha caracterizado por el glamour que conlleva al acudir grandes celebridades de todo el mundo y por correr en los mejores circuitos, pero también la máxima tecnología experimentada para luego transmitirla a la industria de la automoción. Aunque desde un punto de vista más deportivo y no tanto comercial, mencionar las miles de batallas y rivalidades que han existido entre pilotos pero a su vez de equipos.

Es por ello que para muchos esta rivalidad no deja de ser una más de este deporte pues la Fórmula uno ha albergado luchas de grandes campeones como: Hunt-Lauda, Mansell-Piquet o Villeneuve-Pironi, Schumacher-Alonso o Hamilton-Vettel. En cambio, para otra gran cantidad de aficionados a este deporte consideran que esta relación fue la más grandiosa de todas ellas debido a varios factores. Esta rivalidad tiene lugar en una de las épocas más gloriosas de la categoría reina finales de los años 80 y principio de los años 90. Época en la que había pura competición con una pizca de tecnología que convertía a la Fórmula 1 un deporte de masas.

Surge entre dos pilotos sumamente competitivos pero con estilos de conducción muy diferentes. Ayrton Senna se caracterizaba por su agresividad en pista pues no desaprovechaba ningún hueco. Él mismo decía: si no vas a por un hueco que en pista que existe, no eres un verdadero piloto de carreras. La expresión ¨cuchillo entre los dientes¨ le define muy bien. Pues era un piloto muy rápido, agresivo, conduciendo a un régimen de revoluciones altísimo, más alto que el resto, pues apuraba el cambio de marchas lo máximo y lo hacia con tanta fuerza que hubo varias ocasiones en que rompían los guantes de conducir.

Ayrton Senna conduciendo su Mclaren MP4/5B

Era capaz de colocar el coche en la dirección que quería haciéndolo derrapar y aprovechar esa potencia para salir más rápido de las curvas. Un ejemplo donde se aprecia su estilo de conducción en el Gran Premio de Mónaco, iba al límite en cualquier condición en que estuviera la pista o el coche. Es por ello que era conocido como ¨Magic¨ porque conducía en lluvia como si no hubiera agua en la pista.

Por el contrario, el francés Alain Prost era conocido como el ¨profesor¨ a causa de su estilo de conducción porque era muy diferente al de su compañero de equipo. El piloto francés antes de realizar cualquier movimiento analizaba a su rival vuelta a vuelta, observando sus puntos débiles en los que cometía un error. Esperaba al momento perfecto en la curva perfecta para realizar el adelantamiento.

Alain Prost manejando su MP4/4 bajo la lluvia

La rivalidad comienza cuando Ayrton Senna llega al equipo de Mclaren en 1988. En aquella época el director del equipo era el británico Ron Dennis, un hombre sin tapujos que dejaba claro a cualquiera su posición respecto a un tema pero era muy respetado en el paddock. Ron vio el momento perfecto para crear una alineación de pilotos estrella con la que iban a volver a lo más alto.

Ron Dennis hablando con sus pilotos momentos previos a la rueda de prensa

Cierto fue que contaban como motorista con los japoneses de Honda, la marca nipona desarrolló una unidad de potencia al alcance de muy pocos pilotos. Pero junto al motor, mencionar el extraordinario monoplaza que fabricó el equipo de Woking durante los años: 1988,1989,1990,1991. Tuvieron un dominio total dentro de la categoría reina ganando la mayoría de las citas del calendario.

Tan dura y complicada fue la relación entre ambos pilotos que el equipo llegó a intervenir en más de una ocasión pues no podían permitirse tales enfrentamientos. Así fue como a causa de los problemas internos que afrontaba la escudería británica que Alain Prost, decepcionado con el trato recibido y a pesar de haber ganado el mundial en la temporada de 1889, decidió marcharse hacía otro equipo. Fichó por Ferrari para la temporada de 1990, movimiento que acabó en desastre mientras que el brasileño Ayrton Senna se lucía ganando su segunda corona el monoplaza MP4/5B.

Ferrari 641, tras el Ferrari 640, fue el segundo monoplaza en integran cambio de marchas secuencial. Este nuevo método de cambio fue inventado e integrado por Ferrari en 1989.

Parecía que la suerte estaba de la mano de Ayrton al ganar el mundial por segunda vez consecutiva en 1991 con Mclaren mientras que Prost, que había cambiado de nuevo de equipo, no conseguía alcanzar su cuarto título mundial.  

Pero la situación cambió en 1993 que tras haberse hecho con el titulo su compañero Nigel Mansell la temporada anterior con el Williams FW14B. Alain realizó una temporada magnífica alzándose al final con el titulo mundial. Un campeonato que pese a que el Mclaren MP4/8 de Senna no era el mejor de la parrilla, gracias a sus manos conseguía colocar el coche en posiciones de cabeza protagonizar actuaciones de leyenda como aquel 11 de abril de 1993 en el trazado inglés de Donington Park bajo la lluvia o la batalla entre ambos en Silverstone.

Gran Premio de Suzuka 1990

Ambos pilotos ganaron sus respectivos campeonatos, Senna 3 y Prost 4, pero lo importante en un piloto no son los títulos sino la actuación en pista. Y este fue un rasgo característico de ambos, cada uno con su propio estilo pero demostrando que son de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1.

Ayrton Senna y Alain Prost compartiendo la celebración del podio

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