El jugador del Unicaja se ha visto perjudicado por su regreso a las pistas, tras estar infectado por coronavirus, y estará de baja tres meses
El pasado 9 de diciembre, unos días después de haberse enfrentado a la selección española de Sergio Scariolo con Israel en la Ventana FIBA celebrada en Valencia, Gal Mekel se fracturó el segundo metacarpiano de su mano izquierda durante un partido de la Eurocup ante el Germani Brescia. Tras la operación, el base apuraba su vuelta a las canchas. Makel es pura necesidad para un Unicaja completamente a la deriva durante las últimas semanas, en las que hasta ha destituido a su entrenador, Luis Casimiro, por el griego Fotis Katsikaris y el balance de victorias-derrotas no ayuda a la dinámica.
Sin embargo, el retorno de Mekel deberá esperar mas de los esperado. Ayer, 24 de enero del 2021, el club malagueño anunció que el exjugador de la NBA deberá estar, mínimo, tres meses más de baja a causa de unas secuelas causadas por la COVID-19. No es la primera vez que un deportista de élite sufre problemas a causa del coronavirus, pese a que los casos más graves se dan en personas con otros problemas de salud.
El base de 32 del Unicaja años sufre un tromboembolismo pulmonar derivado de la covid. Aunque ya superó el virus, éste le ha provocado esa enfermedad, que requiere un tratamiento que le impide realizar durante el tiempo de baja esfuerzos físicos de alta intensidad.
El virus no entiende de deportistas
Resulta preocupante las consecuencias graves de la enfermedad incluso en deportistas de primer nivel. Quienes se encuentran excelentemente físicamente, y no deberían de porque sufrir problemas. No obstante, Diego Costa padeció una trombosis venosa profunda espontánea en la pierna derecha. Yuri Berchiche, jugador del Athletic Club, fue diagnosticado por COVID-19 el 9 de octubre, sin síntomas. El 22 de ese mismo mes, habiendo cumplido con el protocolo correspondiente, regresó a los entrenamientos y disputó tres encuentros completos hasta finales de noviembre. Sin embargo, en el partido frente al Celta, tuvo que ser sustituido antes del minuto 50 de partido por sentirse indispuesto, mareado y sin fuerzas. Paul Pogba, entre otros, también confesó los problemas que le dejó el coronavirus tiempo después; “No podía correr”.
Sin duda alguna, esto nos hace ver que los deportistas de elite, también son personas humanas. Pese a estar en un excelente rendimiento físico, el coronavirus no entiende de nombres, ni edad y nivel de salud. Por eso, las medidas de seguridad, la mascarilla, y la buena recuperación una vez pasado el virus debe de ser mas que importante para seguir adelante.