El equipo dirigido por Zidane se clasifica para cuartos de final de Champions tras una victoria muy sólida
El Real Madrid supo hacer buena la ventaja cosechada en Bérgamo y estará en los cuartos de final de Champions. El tardío golazo de Muriel no fue suficiente para detener a los de Zidane. Por parte de los blancos, anotaron Benzema, Ramos de penalti y Marco Asensio en el primer balón que tocó.
El Madrid fue de menos a más en la primera mitad
La Atalanta empezó mejor el encuentro. El balón rodaba por el césped del Di Stefano bajo dominio italiano, pero apenas tuvieron ocasiones. La más clara fue un remate de Gosens en área pequeña que detuvo Courtois sin mayor complicación. Poco a poco, el Madrid iba cogiendo el mando del partido con posesiones más largas y creando una mayor sensación de peligro.
Vinicius volvió a ser un puñal por el costado izquierdo y se convirtió en el máximo exponente ofensivo de los de Zidane. Una gran combinación de la perla brasileña con Benzema propició la primera ocasión clara del Madrid, que finalizó con un disparo de Vinicius que repelió un defensor de la Atalanta. El joven atacante madridista se equivocó al decidir controlar en lugar de tirar de primeras y al final se le hizo de noche.
Pasada la media hora de juego llegaría el gol del Madrid que abriría la lata. No llegó precisamente por la izquierda con Vini como protagonista, sino que lo propició un grave error de Sportiello. El guardameta italiano le regaló un balón a Modric en tres cuartos y el croata asistió a Benzema para que este anotara a placer.
Una segunda parte cargada de goles
El Madrid salió fuerte del túnel de vestuarios. El dominio de la bola seguía siendo merengue y Vinicius seguía generando ocasiones mediante acciones individuales que no acababan en gol. A los pocos minutos del pitido del árbitro, mandó rozando el palo un mano a mano tras meterse entre tres defensores y dejarles atrás. El partido de Vinicius estaba siendo espectacular en cuanto a creación de jugadas pero le faltaba lo de siempre: acierto de cara a puerta.
El premio de Vini no fue un gol, fue provocar un penalti. Tras otra grandísima jugada, Toloi le trabó dentro del área provocando el derribo. Pena máxima que transformó Ramos un par de minutos antes de ser sustituido, pues el camero acaba de salir de una lesión y era preciso dosificarle. Vinicius se retiró también del campo después de vaciarse físicamente en un partido en el que solo le faltó marcar.
Pasada la hora de juego, el Madrid ya tenía una renta de tres goles en el global, pero seguía atacando en busca de más. Sportiello salvó un remate de cabeza de Benzema con un paradón y el delantero francés mandó el rechace al palo. Eran buenos minutos para los de Zidane. El Madrid se gustaba.
Por su parte, la Atalanta tampoco se rendía. Courtois tuvo poco trabajo pero realizó varias intervenciones marca de la casa. Zapata, que había salido en el descanso, se dio de bruces con él cuando le desbarató un mano a mano. Muriel fue quien rompió ese muro belga. Una falta desde el borde del área le sirvió al delantero para marcar un golazo que finalmente sirvió de poco. Es más, poco les duró la esperanza a los italianos. Asensio tardó nada y menos en devolverles el golpe. Fue salir y del banquillo besar el santo. En la primera pelota que tocó clavó un disparo raso por el palo del portero que terminó de derrotar a la Atalanta.
En los últimos minutos el Madrid tuvo otra ocasión más en un intento de abultar más el marcador. Tras una buena combinación, Rodrygo quiso picarla por encima del guardameta pero Sportiello se mantuvo firme para evitar el cuarto gol.