El accidente entre ambos pilotos en Silverstone dispara la tensión entre Red Bull y Mercedes
Tras nueve grandes premios de enorme tensión, en el décimo fin de semana de la temporada todo ha saltado por los aires entre Lewis Hamilton y Max Verstappen. Durante la primera vuelta del GP de Gran Bretaña, los dos aspirantes al título, muy agresivos desde la salida, chocaron en Copse, una de las curvas más rápidas del mundial.
Hamilton trató de pasar a su rival, se tocaron las ruedas y el Red Bull de Verstappen se salió de la pista. El neerlandés acabó en el hospital tras estrellarse contra las barreras soportando una presión de 51G en el impacto.
El británico pudo reparar su coche, cumplir una sanción de 10 segundos y lograr su cuarta victoria de la temporada, recortándole 25 puntos al líder, que ahora tiene a solo 8 puntos.
El duelo de la primera vuelta en Silverstone ha desatado un enfrentamiento con acusaciones cruzadas por parte de ambos pilotos que, probablemente, marcará un antes y un después en la pelea por el título.
Un paso más en la rivalidad
La rivalidad entre ambos pilotos y sus equipos no es nueva. Primero, Mercedes reclamó que el alerón trasero del Red Bull era más flexible de lo que permite el reglamento, a lo que los austriacos respondieron señalando posibles irregularidades en el ala delantera de los alemanes.
En Austria, Hamilton y Toto Wolff, jefe de Mercedes, acusaron a Honda de romper la congelación de motores e introducir una mejora ilegal en el propulsor del Red Bull, llegando a cuestionar la legalidad de las tres últimas victorias de la escudería austriaca.
A pesar de la rivalidad entre Red Bull y Mercedes, la relación entre los pilotos era hasta ahora cordial. Sin embargo, tras el incidente en Silverstone parece que cambiará la situación a partir del próximo gran premio que tendrá lugar este fin de semana en Hungría.
El enfado de Verstappen
Tras la carrera, el inglés celebró por todo lo alto su victoria, asegurando que fue una de las más especiales de su carrera. Una celebración que no gustó mucho al holandés, quién respondió a través de Twitter: “Obviamente estoy muy decepcionado por haber sido sacado de la carrera de esta manera. La sanción impuesta no nos ayuda en nada y no hace justicia a la peligrosa maniobra que hizo Lewis en la pista. Ver las celebraciones después de la carrera estando aún en el hospital es una falta de respeto y un comportamiento antideportivo, pero seguimos adelante”.
Por su parte, Red Bull atacó duramente al piloto inglés afirmando que la culpa del accidente se debía a su actuación, criticando la penalización de diez segundos que recibió como consecuencia y pidiendo la suspensión de Hamilton de la carrera.
La reacción de Lewis Hamilton a las declaraciones no tardó en llegar. No solo culpó a su rival del accidente sino que afirmó que “estaba llamado a ocurrir”, ya que la maniobra del holandés “fue ilegal” y él era el que “tenía la posición” ganada.
Parece que los implicados en esta lucha no lograrán acercar sus posturas y que, en alguna de las once carreras que quedan por disputar de este mundial, volveremos a ser testigos de incidentes similares entre los dos pilotos.