El Real Madrid no acudirá al mercado para reforzar su defensa este verano, aunque siguen sonando nombres
Como cada verano, el Real Madrid es protagonista del mercado de fichajes, con decenas de nombres en su órbita esperando a aterrizar en el Santiago Bernabéu. Este verano es diferente. El único y gran objetivo del club blanco es el de traer desde París a Kylian Mbappé, el gran deseado por todo el madridismo. El francés está llamado a ser el nuevo ‘galáctico’, y Florentino Pérez trabaja en hacer realidad ese sueño.
La centralización de las miradas en Mbappé tapa los problemas de un Real Madrid que ha perdido a dos grandes figuras este verano, y ambas en la misma parcela. Sergio Ramos y Raphaël Varane han abandonado el barco, la pareja de centrales con la que el club merengue ha hecho historia en la última década se ha esfumado en apenas un mes. Y con la defensa haciendo aguas, en las oficinas no se plantean reforzar esa zona, a menos que se presente una gran oportunidad de mercado.
Se barajan dos nombres por si se diese el caso. Aunque en principio el favorito era Jules Koundé, los 80 millones que pide el Sevilla FC (su cláusula de rescisión) echan atrás la operación. Sin embargo, el francés podría llegar al Chelsea. Por tanto, las alternativas se reducen a dos. La primera, un viejo conocido de la lista de la compra madridista, Pau Torres, que no acaba de convencer del todo al madridismo. Y la segunda sería una nueva pieza en el juego, una petición expresa de Carlo Ancelotti: Kalidou Koulibaly. El italiano coincidió con el central en Nápoles, y habría pedido un esfuerzo a la directiva para acometer su fichaje.
Cotiza (muy) alto
Según ‘Reppublica’, sería la prioridad de Carletto. El problema está en su edad (30 años), además de las altas pretensiones de su club para dejarle salir: no menos de 60 millones. Allá por 2019 su valor ascendió hasta rondar los 80 millones de euros, y los napolitanos rechazaron su marcha en repetidas ocasiones. Justo antes del comienzo de la pandemia, su valor se plantó en los 70 millones, y desde entonces ha ido decayendo hasta los 48 ‘kilos’ que cuesta actualmente. Sin embargo, los italianos no están por la labor de dejarle ir por menos de esos 60 millones, lo que complica su salida. Además, Spaletti lo considera indiscutible e intransferible.
La opción de Pau Torres sería más factible que la del senegalés. Su valor es prácticamente el mismo (50 millones), pero el precio se ciñe al de un defensa con más años de aprendizaje y buen fútbol por delante. De todos modos, el Real Madrid no se plantea (por ahora) pasar al ataque por ninguno de ellos.