La selección brasileña ganó ante España su segundo oro consecutivo en fútbol en unos juegos olímpicos
Brasil ganó el oro olímpico de fútbol después de un trepidante partido que se acabó decidiendo en la prórroga. Matheus Cunha adelantó a los cariocas y Oyarzabal empató en la segunda mitad. Malcom sentenció a los españoles en la segunda parte de la prórroga después de una gran contra. Brasil defiende su título de campeón olímpico que ya ganó en Río 2016. España se tuvo que conformar una vez más con la plata. La delegación española no gana una final por el oro en deportes colectivos desde Atlanta 1996.
Primera parte decepcionante
El partido empezó calmado. Imperaba el respeto entre ambos equipos y ninguno de los dos lograba inquietar al portero rival. El primer susto se lo llevaron los cariocas, pasado el primer cuarto de hora de juego. Asensio colgó un gran balón que dejó Oyarzabal de cara para Dani Olmo en el área pequeña. Sin embargo, Diego Carlos se anticipó y por poco se mete el gol en propia meta, pero fue capaz de despejarlo muy cerca de la línea.
España se llevó el susto poco después. Richarlison recibió solo dentro del área y pudo sacar un disparo raso que sacó Unai Simón. Fue la primera ocasión clara de Brasil, que acabó saliendo por línea de fondo entre protestas de los jugadores españoles por un posible fuera de juego. Sin embargo, Pau Torres lo rompía claramente. El saque de esquina lo despejó Zubimendi, que estaba muy fuerte por arriba.
Brasil seguía apretando por mediación de Richarlison, que mandó al lateral de la red un nuevo disparo. El delantero del Everton estaba siendo el hombre más peligroso de la selección carioca. España empezaba a sucumbir y eran los brasileños los que empezaban a llevar la iniciativa. Había que meter una marcha más si queríamos llegar a la portería rival. Asensio intentó romper esta mala dinámica con un disparo con rosca que no sorprendió a Santos.
Llegó un momento en el que era España quien corría detrás del balón ante el toque del rival, algo que suele ser a la inversa. Brasil tenía las ideas muy claras y mandaba en el juego. En una mala salida de Unai Simón en un centro, se llevó por delante a Matheus Cunha. Tras revisión en el VAR, el árbitro señaló penalti a favor de Brasil. Por suerte para España, Richarlison mandó el balón por encima del larguero, dirección Okinawa.
Al borde del descanso, Brasil supo compensar el fallo del penalti. Un balón llovido al punto de penalti lo recogió Matheus Cunha ante la pasividad defensiva de Pau Torres y lo mandó al fondo de la red en el último suspiro. España se fue al vestuario después de un golpe muy duro que llegó por culpa de un error defensivo muy grave.
Segunda parte de esperanza
El impulso inicial fue brasileño. Tras una buena mano de Unai en una jugada con previo fuera de juego, el portero del Athletic fue el que salvó a España de una sangría mayor. Richarlison recortó dentro del área y Unai tocó con el pie, dio en el larguero y, finalmente, Pau Torres despejó a córner después de alguna duda que rondó por su cabeza.
España se quitó las dudas de un plumazo. Carlos Soler, que había salido en el descanso, colgó un balón magnífico para que Oyarzabal rematara con una gran volea delante de Dani Alves. Santos no pudo hacer nada ante el golazo de la selección, que tenía media hora más de partido para marcar el tanto de la victoria.
España estaba mejor en esta segunda parte. Brasil se cargaba de faltas mientras los nuestros manejaban el juego. Sin embargo, el tiempo se acababa y la selección no lograba marcar el segundo. La primera de estos minutos finales fue un centro de Óscar Gil que se envenenó y tocó en el travesaño. España volvió a probar el amargo sabor del larguero cuando Bryan Gil reventó el esférico contra él al borde del 90. El partido se fue a la prórroga.
Prórroga
Brasil jugó una primera parte de prórroga muy intensa. España estaba contra las cuerdas y encontró en Unai Simón el mejor aliado para las embestidas cariocas. Bryan Gil estuvo muy generoso en defensa además de llevar peligro ofensivamente y salvó varias acciones peligrosas de los brasileños. La primera mitad del alargue acabó sin goles.
Al poco de empezar la primera parte, Vallejo perdió una carrera decisiva con Malcom, que definió cruzado, imposible para Unai Simón. Brasil se adelantó y España se volcó en busca del milagro. Los cariocas también buscaron el tercero a la contra.
Brasil se defendió hasta el final mientras España no fue capaz de crear peligro real. Los cariocas se encargaron de que apenas se jugara al fútbol en el descuento para aferrarse al oro.