El delantero galés recae de sus problemos en los isquios y se perderá los próximos compromisos del club blanco en Champions y Liga
El regreso de Gareth Bale al Real Madrid empieza tal y como terminó, con las lesiones como protagonistas. El delantero galés se perdió el partido de ayer ante el Celta de Vigo por unas molestias que hoy se han confirmado que se traducen en lesión. Una más para el largo historial del ‘expreso de Gales’. Los isquiotibiales de su pierna derecha han vuelto a castigar a Bale, esta vez en su segunda etapa como merengue.
Lo peor de todo es que aún no hay fecha de regreso para él. Su evolución en las próximas semanas marcará cuándo podrá volver a ser seleccionable para Carlo Ancelotti. Lo que sí es seguro es que no estará el miércoles en Milán para enfrentarse en el estreno de la Liga de Campeones ante el Inter, el campeón de Italia. Y tampoco podrá visitar al Valencia el próximo domingo en Mestalla, en un duelo directo por el liderato.
Su inactividad podría ocupar todo el mes de septiembre si la gravedad de la lesión así lo exige. Gareth Bale podría estar hasta un mes de baja, y perderse así los duelos ante Mallorca, Villarreal y Espanyol en Liga, y Sheriff en Champions.
Era demasiado bonito…
Esta lesión es más inoportuna que nunca para el galés, y también para Ancelotti. Bale estaba en un importante proceso de reivindicación con su club, después de salir de la peor de las maneras y volver en buena forma de su cesión al Tottenham Hotspur. Carlo Ancelotti dejó claro desde el principio que tendría oportunidades, al igual que las tuvo en la primera etapa del italiano en el banquillo, coincidiendo con su llegada desde la Premier League. La historia de ambos es un buen recuerdo para el madridismo.
La temporada de Gareth había empezado a pedir de boca, con buenas actuaciones en las primeras jornadas, incluyendo un gol ante el Levante, y un hat-trick con su selección. Pero esta lesión tuerce su regreso y pone su segunda etapa con la elástica blanca muy cuesta arriba.