Los recursos y habilidad de Vinicius hacen que los rivales solo le puedan parar con faltas
El gran estado de forma de Vinicius estos primeros meses de temporada ha dejado de ser algo casual. Su desborde y velocidad, unido con su acierto en el regate y de cara a puerta, está volviendo locos a los equipos rivales.
El brasileño suma ocho goles y dos asistencias en el campeonato doméstico y es el líder en regates de La Liga. Es tal tu estado de forma y nivel ofensivo, que ha marcado más goles este año en liga que en las tres últimas temporadas.
El peso que ha ganado Vinicius bajo las órdenes de Ancelotti también ha provocado que sea uno de diez jugadores que más faltas recibe. Son 30 las faltas que ha sufrido Vinicius en lo que va de Liga, y más que la cantidad es la agresividad de las mismas lo que preocupa al Real Madrid.
Prueba de ello, es lo que pasó en el último partido contra el Granada. Tras una gran acción individual en la que Vinicius regateó jugadores granadinos como si fueran conos acabó con una de las entradas más duras de la jornada. Vinicius fue interceptado por Monchu antes de entrar en el área en una acción que más que defensiva, estaba llena de rabia e impotencia. No hubo posibilidad alguna de que el jugador del Granada jugara el balón, y Vinicius tuvo la fortuna de saltar para evitar una posible lesión.
Tras esta acción, Carlo Ancelotti, decidió sustituir al extremo brasileño en el minuto 71 para que entrase Rodrygo. Según explicó el técnico en la rueda de prensa después del partido el motivo del cambio fue que: “quería evitar problemas porque el partido estaba un poco caliente”.
Hay quien puede culpar al propio Vinicius de que reciba tantas entradas. Hay quienes tachan al brasileño de provocativo. Pero la realidad es que Vinicius juega siempre igual, vaya ganando o perdiendo, no lo hace para provocar, es su forma de regatear. Es un jugador diferente, de los que quedan pocos en el fútbol, y es por ello que se debería de endurecer el reglamento para evitar que los entrenadores tengan que cambiar a sus jugadores por miedo a que les lesionen.