Tras un inicio de temporada impropio del RB Leipzig, el equipo de la factoría Red Bull ha fulminado al técnico estadounidense
No se le auguraba una temporada sencilla al RB Leipzig tras la salida de jugadores clave para el proyecto, como Upamecano, Konaté y Sabitzer. Pero, de lo que no hay ninguna duda, es que la baja más sensible para este equipo ha sido la del capitán del barco: Julian Nagelsmann.
El RB Leipzig se vio obligado a iniciar una reconstrucción que comandaría Jesse Marsch. A priori, parecía lógico incorporar al técnico estadounidense, ya que era un hombre de la casa (provenía del Salzburgo) y conocía la estructura de la entidad. Sin embargo, no ha conseguido hacerse con el timón del barco y, tras un inicio de temporada decepcionante, ha sido cesado de su puesto. ¿Cuáles han sido los pecados que han sentenciado al técnico norteamericano?
Lo que funciona no debe tocarse
Si por algo se caracterizó el RB Leipzig de Julian Nagelsmann es por ser un equipo muy poco ordenado, pero en el buen sentido. El técnico alemán proponía un estilo de juego muy vistoso, en el que la posición de los jugadores sobre el terreno de juego era lo menos importante. Las diferentes alturas sobre el césped y la movilidad de sus jugadores eran la seña de identidad de este equipo.
Sin embargo, Jesse Marsch cambió esta estructura desde el primer día. El divertido 3-4-2-1 de Julian Nagelsmann se convirtió en un rígido 4-2-3-1. Pero, más allá de los esquemas, lo que no ha conseguido Jesse Marsch es potenciar la mejor versión de muchos futbolistas.
Una de las mayores armas de este equipo era la amplitud y profundidad que le daban sus carrileros. Ahora, anclados a una defensa de cuatro, con muchas más labores defensivas cerca de su propia área, el nivel de Angeliño y Mukiele ni se ha acercado al que experimentaron con Nagelsmann.
En las últimas semanas, Jesse Marsch acabó cediendo y volvió a esa idea de juego que proponía en antaño Nagelsmann. Pero, ni aún así, este equipo ha conseguido funcionar. Además, las numerosas bajas de futbolistas importantes, como Dani Olmo, no han ayudado tampoco.
Podría decirse que la única noticia positiva de este equipo ha sido el gran crecimiento de Christopher Nkunku, el cual se ha hecho dueño y señor del equipo. Con sus goles (14) y asistencias (9) ha conseguido mantener a flote a este equipo, evitando que se hundiese todavía más.
Los resultados no perdonan
A nadie se le escapa que, después de varios años intentándole pelear la Bundesliga al Bayern Münich, este equipo pudiese seguir el mismo ritmo después de la salida de tantos hombres clave. Pero las llegadas de jugadores como André Silva o la vuelta de Szoboszlai (inédito la temporada pasada) eran suficientes para mantenerse en los puestos de UEFA Champions League.
Sin embargo, la realidad está siendo muy diferente a lo esperado antes de comenzar la temporada. Ahora mismo, marchan en 11º en Bundesliga a 7 puntos del Friburgo, que marca el límite para entrar en la UEFA Champions League la próxima temporada. Aún más lejos se queda ya la cabeza de la tabla, donde el Bayern se encuentra ya con 34 puntos, 16 por encima del conjunto de la factoría Red Bull. Además, uno de los grandes déficits de este equipo es que, en los 7 partidos que ha jugado fuera de casa, no ha conseguido ganar ni un solo partido.
La historia en la Fase de Grupos de la UEFA Champions League era muy diferentes. Otro año más, cayeron en un grupo con contrincantes de gran envergadura. En esta ocasión, tendrían que medirse a 2 transatlánticos como el Manchester City y el PSG. Por lo tanto, era previsible que el equipo acabase cayendo en primera ronda rumbo a la UEFA Europa League.
Lo que sí que no tiene justificación son los problemas defensivos que arrastra el equipo en ambas competiciones. En Bundesliga, encaja de media más de 1 gol por partido. Pero donde el equipo ha sido una completa sangría es en Europa, donde ha encajado 14 goles en 6 encuentros. Cifras anticompetitivas para un equipo que aspiraba a volar mucho más alto.
Tras la destitución de Jesse Marsch, Domenico Tedesco se hará cargo del RB Leipzig con la clara misión de recuperar la posición en Bundesliga, volver a acercar al equipo a puestos Champions y, si es posible, intentar soñar con algún título, como la DFB Pokal o la UEFA Europa League.