El piloto alemán cumplió su sueño en 2016 al coronarse campeón del mundo con Mercedes
Hasta la victoria épica de Max Verstappen en Abu Dhabi, todos los campeonatos de la era híbrida tenían el sello de Lewis Hamilton. Sin embargo, en la temporada 2016 fue distinto. Un piloto alemán de raíces finlandesas protagonizó un vibrante duelo con el británico que venía de arrasar en los Mundiales de 2014 y 2015.
Hasta la semana anterior, Nico Rosberg fue la figura que impidió el pleno de títulos del 44 en la era híbrida (2014-2021). El piloto que, viéndolo con perspectiva, impidió que Lewis Hamilton superara a Michael Schumacher en títulos. Aunque, Red Bull también tiene mucho que decir en esa afirmación.
El triunfo de Nico Rosberg no quedó ahí. Bajo la sorpresa de todos los aficionados, el 6 anunció su retirada pocos días después de recibir el trofeo. Lo tenía meditado varias carreras antes de finalizar. Buscaba retirarse en la cima tras un durísimo año y emular a su padre, Keke Rosberg (Campeón en 1982).
Lograr el hito de que progenitor y retoño ganen el mundial solo se había visto en el apellido Hill. Graham Hill ganó dos veces el campeonato del mundo con BRM y Lotus (1962 y 1968). Su hijo, Damon Hill, fue campeón del mundo con un Williams (1996).
Fulgurante inicio de Nico Rosberg
La clave del éxito en 2016 fue, a la larga, el impresionante inicio del piloto alemán. Ganó las cuatro primeras carreras de la temporada: Australia, Bahréin, China y Rusia. Nico Rosberg consiguió 100 puntos de una tacada y le asentó como líder absoluto del campeonato.
Por otro lado, Hamilton no tuvo su mejor arranque: Dos veces segundo en Australia y en Rusia y un tercero en Bahréin. La mancha negra estuvo en China donde acabó en séptima posición. 43 puntos por debajo se encontraba del alemán.
Hamilton y Rosberg estallan en España
El circuito de Montmeló fue testigo del primer gran roce de los dos corredores de Mercedes. En la primera vuelta, Lewis Hamilton quiere pasar a Nico Rosberg. Este le cierra y el británico se va a la hierba perdiendo el control de su coche y golpeando por detrás al líder. Los dos se van fuera.
Ambos pilotos ni se miraron al salir de sus destrozados monoplazas. Dentro del box de Mercedes estaban incrédulos viendo esa fatalidad. Ese Gran Premio de España se lo llevó el tercero en parrilla, un jovencísimo Max Verstappen recién ascendido a Red Bull. Ostenta desde entonces ser el piloto más joven en ganar una carrera de F1.
Hamilton recorta terreno
España fue un punto de inflexión para el británico. Desde esa cita, hasta el parón de agosto, Hamilton ganó seis de siete Grandes Premios. Nico Rosberg solo consiguió la victoria en el Gran Premio de Europa e hizo dos podios: en Silverstone y Hungría.
Por otro lado, en Austria los dos pilotos volvieron a protagonizar otro choque fortuito. En la última vuelta de carrera, Hamilton atacó a Rosberg, este no le dejó espacio, se tocaron y Hamilton se fue por el exterior del asfalto. El alemán perdió el alerón delantero y fue sobrepasado por Verstappen y Raikkonen y la FIA le sancionó con 10 segundos.
Fue el primer año en el que se corrió en el trazado urbano de Bakú, Azerbaiyán. A pesar de que su trazado fue criticado, se ha convertido, a día de hoy, en una carrera muy bien valorada por los aficionados.
Malasia y Japón decidieron el Mundial
La racha triunfal de Sir Lewis se cortó en Spa. Nico Rosberg gana en tierras belgas y enlaza con Monza y el aclamado circuito urbano de Singapur. Tres victorias seguidas que le hizo retomar la primera posición en la clasificación de pilotos.
Las dos carreras siguientes resultaron decisivas para el título. Rosberg pisa el podio en Malasia. Mientras, al piloto británico se le rompe el motor cuando lideraba el Gran Premio. El 44 hace un 0 que resultaba dramático puesto que Rosberg, salvo en España, había puntuado en todas las citas.
Nico Rosberg ganó en Suzuka y Hamilton remontó hasta la tercera posición tras una mala salida. La remontada servía de poco por la victoria de su compañero. En estas dos últimas carreras el alemán le sacó 35 puntos. A falta de cuatro carreras, les separaban 33 puntos. Una distancia no definitiva pero sí muy difícil de revertir.
El título en las manos de Rosberg
A partir de Japón, a Rosberg le bastaba con acabar segundo en las últimas cuatro carreras. Un hecho relativamente sencillo, teniendo en cuenta la superioridad del equipo de Brackley. Un abandono inesperado podía avivar el campeonato.
El guion salió a la perfección para los intereses del germano-finés. Quedó segundo en los cuatro últimos GPs: Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dhabi. Hamilton, por su parte, hizo todo lo que tenía en su mano: ganar las cuatro últimas pruebas.
Bajo el trazado de Yas Marina, Nico Rosberg se coronó como el 33º campeón de la disciplina de la Fórmula 1. Unas 34 temporadas después, el hijo alcanzó la gloria realizada por su padre en la escudería Williams. A partir de ahí, Nico estaba en paz consigo mismo y abandonó “el gran circo” con su máximo premio bajo el brazo. Una retirada en la cumbre.