El joven atacante del Leeds vio portería hasta tres veces el pasado fin de semana y se reivindica así tras su aciaga temporada
Hace algo más de 12 meses el Leeds United regresó a lo más alto del fútbol inglés, volvió a la Premier League. Un club histórico con una afición y estadio acorde a las mejores del planeta fútbol. Llegó a bajar a tercera división y a estar en la quiebra. El camino ha sido largo, muy largo, pero el Leeds, de la mano de Bielsa, había conseguido ascender la temporada pasada a la Premier.
No conforme con el ascenso, Bielsa convirtió al Leeds en un equipo divertidísimo y efectivo. Los whites hicieron una campaña excelente y terminaron en la novena posición.
Y, uno de los grandes culpables de que el Leeds hiciera una temporada tan sobresaliente, fue Jack Harrison. El que en ese momento estaba cedido por el Manchester City se convirtió en uno de los jugadores sensaciones del campeonato.
Desde el costado izquierdo -algo inusual en los tiempos de hoy en día en la que la mayoría de extremos prefieren jugar a pierna cambiada- fue clave tanto en el ascenso, como en la temporada del regreso a la Premier.
Por ello, esta temporada el Leeds había desembolsado 17,5 millones por hacerse con sus servicios de manera definitiva tras tres temporadas como cedido. Lo cierto es que su arranque de la 21/22 no estaba siendo ni de lejos como el del Jack Harrison de antaño.
Es sorprendente lo rápido que va el fútbol y lo mucho que tiene que ver la confianza en el posterior rendimiento de los futbolistas. Harrison estaba sin confianza, se le veía incómodo y daba la sensación de que por mucho que lo intentara no le iban a salir las cosas. Además, se le estaba achacando mucho el hecho de no tirar del carro ante la ausencia de Bamford, como sí lo ha hecho, por ejemplo, Raphinha.
Tuvieron que pasar hasta 21 jornadas para que Harrison pudiera marcar su primer tanto en Premier de la temporada. Y, aunque sus cifras goleadoras no fueron excesivamente altas el pasado curso (8), Jack generaba un desborde y unas ventajas constantes.
No obstante, este domingo se ha reivindicado como el gran jugador que es marcando un hat-trick ante el West Ham y permitiéndole así la victoria a un Leeds que la necesitaba como el comer. Era cuestión de tiempo que un futbolista de su calidad siguiese sin dar pie con bola.