Tras el partido contra el Malloca, Ilaix Moriba quedó señalado por su expulsión, aunque su paso por el Valencia no está siendo tampoco gran cosa
El mediocentro guineano fue uno de los refuerzos invernales del Valencia. Ilaix Moriba llegó al Valencia en mitad del mercado de invierno. Aunque, en un principio se descartó su fichaje dadas las altas pretensiones económicas del Leipzig. Además, el club alemán solicitaba un traspaso, algo que el club che no estaba dispuesto a afrontar. Pues la economía del combinado blanquinegro es más que limitada. Pero, con el paso del mercado, el equipo de la factoría Red Bull no conseguía traspasarlo, decidió cederlo.
Las expectativas eran muy altas con Ilaix Moriba. Pues llegaba para sustituir al danés Daniel Wass, un jugador cumplidor. Además, su pasado en la liga le hacía valedor para su incorporación. Llegando incluso a convencer al exigente gusto de José Bordalás. No obstante, cabe resaltar que no era el perfil demandado por el entrenador che. Puesto que el alicantino quería firmar a un pivote o mediocentro de contención con oficio. Pero el guineano es otro perfil más denominado como ‘box to box’.
Además, para el jugador también suponía un reto personal. En verano dejó el Barcelona de mala manera, saliendo por la puerta de atrás. Sobre todo, ante el mal asesoramiento que recibía, solicitando ingentes cantidades de dinero poco acordes con el nivel mostrado. Asimismo, sus minutos de juego en Alemania fueron muy escasos, así como su nivel bastante pobre. Por lo que el combinado germano quería desprenderse de él en este mercado de enero.
Su debut con el Valencia fue ilusionante. Contra el Cádiz, en Copa del Rey, mostró cualidades distintas a las ya existentes en la plantilla valencianista. Capacidad de regate, dinamismo y verticalidad con el balón en los pies. Y, sobre todo, una capacidad abismal para romper líneas con el cuero controlado. Aunque, con el paso de los partidos, Ilaix se ha ido diluyendo, llegando a la deriva frente al Mallorca.
El fin de semana pasado, frente al Fútbol Club Barcelona, se vio completamente sobrepasado por Gavi. Lo que causó mofas por parte de la afición blaugrana. Además, el partido de todo el Valencia fue bastante desastroso. E Ilaix Moriba no iba a ser menos. Sin embargo, se esperaba que frente al Mallorca diese un paso al frente. Teniendo en cuenta su mala experiencia ante su ex equipo y teniendo ganas de redimirse por orgullo.
No obstante, fue incluso peor. Bordalás le dio entrada al poco de comenzar la segunda parte. E incluso llegó a tener una buena jugada que casi termina en gol tras un saque de esquina. Pero, con los minutos finales ya llegando, vio una tarjeta amarilla bastante evitable. Y, en un intento de presión desmedida, llegó tarde y vio la segunda cartulina que supondría la expulsión. En apenas cinco minutos y con el Mallorca apretando en búsqueda del empate, Ilaix dejó a su equipo con diez hombres. Afortunadamente para él y el Valencia, lograron la victoria sin manos consecuencias. Aunque, Ilaix se perderá la visita del Granada a Mestalla.
El jugador aún tiene margen de mejora y tiempo para reaccionar. Es cierto que el contexto del Valencia actual no ayuda. Pero, hasta el mes de junio, aún pueda mostrar un buen nivel de juego y convencer al mundo del fútbol que Ilaix no es un “one season wonder”.