El Getafe lleva unas jornadas a un nivel por debajo del que venía demostrando y se acerca a los puestos de descenso
El conjunto azulón, de la mano de Quique, había logrado una buena regularidad. De hecho, los madrileños consiguieron salir de la última posición y con unas sensaciones bastante buenas.
Sin embargo, las últimas jornadas no han sido las mejores de la era Quique Sánchez Flores. Un equipo perdido, concediendo mucho atrás y sin tanta competitividad.
Un Getafe irreconocible
Los madrileños venían de demostrar que podían estar perfectamente fuera del descenso. Buenas actuaciones contra rivales duros y una competitividad impecable en muchos de sus partidos.
Gracias a ello el Getafe salió del pozo, con mucho trabajo, pero lo logró. A día de hoy, los azulones tan solo están 3 puntos por encima y con más dudas que nunca desde que llegó Quique al banquillo.
El buen hacer del Getafe debe volver a aparecer si la afición y los jugadores no quieren sufrir hasta el final. Lo cierto es que el cuadro del sur de Madrid tiene lo necesario para conseguirlo.
La experiencia habla por si sola y los azulones habían alzado el vuelo, ¿por qué no podrían hacerlo ahora? Seguramente todo sea una cuestión de moral y confianza en los jugadores. De hecho, cuando Quique llegó, lo que cambió el chip fue precisamente esa actitud y de hacerles ver a los jugadores que podían competir.
Las oportunidades perdidas
Los pupilos de Quique Sánchez Flores han tenido media salvación en apenas dos o tres semanas. Duelos directos en la zona baja de la tabla que el Getafe fue incapaz de sacar adelante.
Los partidos frente al Cádiz y el Alavés podrían haber sido el pasaporte directo a la salvación. Y es que los azulones les sacaban 6 puntos a los dos equipos, por lo que ganar ambos choques habría supuesto un colchón bastante importante.
Sin embargo, el Getafe no fue capaz de sacar más que dos pobres empates que, por poco, no son derrotas. Sufrimiento al máximo en ambos duelos, que podría haber perdido perfectamente el cuadro azulón.
El último partido contra el Espanyol también fue una oportunidad desperdiciada. De esta forma, el Cádiz logró una victoria importante y le recortó 3 puntos a los madrileños que vuelven a mirar al descenso de cara.
Un calendario poco ilusionante
Los azulones tienen por delante un duro camino que sortear, con demasiadas dificultades. Al Getafe le esperan 5 jornadas para apretarse el cinturón.
Primero, recibirán al Valencia este mismo sábado con la intención de recuperar parte del terreno perdido. No obstante, los valencianos vienen de ser finalistas de la Copa del Rey, con una moral por las nubes. Choque de trenes en Getafe entre dos viejos amigos.
Justo después viajarán a Bilbao para medirse en la Catedral contra el Athletic Club. San Mamés es siempre un destino complicado, y si a eso le sumamos que el Getafe fuera de casa sigue sin ganar, todo se pone más cuesta arriba.
Para la siguiente fecha los azulones recibirán a un Mallorca sumido en la pelea por la salvación. Una de las grandes oportunidades para Quique y los suyos de resarcirse de este bache. Posiblemente este partido sea una de las últimas balas para los dos conjuntos.
Por último, a los madrileños les esperará lo peor, viajando a la misma capital para jugar contra el Real Madrid y luego recibir al Villarreal. Dos rivales que son huesos duros de roer que podrían dejar tocado al conjunto del sur de Madrid.
Conclusión
En definitiva, el Getafe se ha complicado, y de qué manera, la temporada. Un equipo que parecía haber resurgido de sus cenizas cual ave fénix, que competía y se quedaba 6 puntos por encima del descenso.
Pero las oportunidades desperdiciadas y el poco hacer de los azulones les han hundido de nuevo. Ahora, cuando parecía que la afición podía respirar más tranquila, le tocará morderse las uñas y sufrir hasta el final.
No obstante, si algo nos ha enseñado el Getafe es que que puede sorprender a propios y a extraños. Un club que frente a las adversidades no se ha achantado y ha sabido renacer. Un Getafe tocado, pero no hundido.