Tres derrotas, un empate y tres victorias, estos son los números del Barcelona durante un mes de abril negro para los de Xavi
Después de un incio de año con altibajos, el Barça parecía haber alzado el vuelo en 2022. Con Piqué liderando al equipo des de la zaga, un Pedri excelso repartiendo juego y Aubameyang anotando en cifras de récord, en el Camp Nou reinaba el optimismo. El juego de posición de Xavi calaba en los futbolistas, y así lo demostraron en la gran victoria por 0 a 4 ante el Real Madrid. Un resultado histórico en el campo del máximo rival.
Y llegó el parón de selecciones. Dos semanas sin jugar tras las cuáles el Barcelona no ha parecido el mismo. La fluidez en la circulación de pelota ha dado paso a la lentitud en el pase y la toma de decisiones. Las goleadas y festivales de fútbol que se vieron en febrero y marzo no han regresado en abril. Es otra especie de virus FIFA.
Nueve de quince en Liga
Los números no mienten: El Barça tan solo ha conseguido ganar tres de los siete partidos que ha disputado este mes –ante el Sevilla, el Levante y la Real Sociedad–. Todas las victorias de un abril negro han llegado en Liga, donde el equipo, ya con los mismos partidos que el resto, es segundo, empatado a 63 puntos con los de Lopetegui.
A principios de mes se debatía sobre si aún se podía ganar la Liga con una remontada histórica. Ahora, tras caer en el Camp Nou contra el Cádiz y el Rayo, ha vuelto el realismo. El Barça lucha por un puesto en Europa la temporada que viene, manteniendo la segunda posición, cosa que supondría más ingresos para una economía dañada.
Fuera de Europa, otra vez
La Semana Santa fue para el Barcelona una semana trágica en qué cayó eliminado de una competición europea por segunda vez esta temporada. El verdugo fue el Frankfurt que, tras conseguir un emptate en el partido de ida, se impuso por 2 a 3 en un Camp Nou donde los culés parecían los visitantes.
El templo azulgrana se llenó de camisetas blancas del Eintracht, que desplazó más de 30.000 aficionados. El Barça, pese a ser el favortio para ganarla, fue eliminado de la Europa League, una competición que generaba una mezcla de ilusión –como todo título– y verguenza –por ser la segunda competición europea– entre la afición barcelonista.
Pesimismo en el Camp Nou
Tras quedar fuera de Europa ha cambiado la tendencia en los resultados, antes mayoritariamente favorables. Los partidos –como la remontada ante el Levante– que el equipo terminaba por sacar adelante no se han ganado. En Can Barça reinan el pesimismo y la desilusión: mientras años atrás se luchaba por títulos, esta temporada será en blanco para los culés.
El Camp Nou, apagado, está lejos de ser un fortín. Tan solo poco más de 57.000 aficionados han apoyado al equipo en los dos últimos partidos de local. Muchos de ellos, turistas, poco se suman a los cánticos y reivindicaciones. Mientrastanto, la grada de animación sigue sin llenarse y cada vez es más necesario un cambio en su modelo que haga obligatoria la asistencia de sus abonados.
Todo se traslada al juego
Ya en el primer partido tras el parón de selecciones (la victoria por 1-0 ante el Sevilla) el Barcelona no terminó de exhibir el juego que mostró en el Bernabéu. Esta tónica se repitió en los siguientes partidos y si el equipo ha escapado del trueno ha sido para dar en el relámpago. El balón no fluye como antes, sin duda se echa de menos a Pedri: con el canario, 32 de 36 puntos; sin él, 31 de 60.
Frenkie de Jong no hace ese paso adelante que se le pide, mientras Gavi sigue siendo aún muy jóven. Tan solo Busquets –pilar del Barça los últimos años– se mantiene sólido, pese a errores en el pase poco habituales en él. Sin embargo, aunque Nico se reivindica desde el banquillo, Xavi mantiene su mediocampo..
Pese al mes negro que ha vivido el Barcelona, hay aún motivos para la esperanza en el Camp Nou. Si bien es cierto que, por lo que respeta a esta temporada, poco queda por lo que luchar –atención: aún hay que asegurar la participación en Champions la temporada que viene– este ha sido un año marcado por un pésimo inicio. Cabe recordar que un club de la talla del Barça no puede nunca esconderse tras la pantomima de los años de transición.
La luz al final del túnel
A lo largo de esta temporada el juego del Barça ha ilusionado a la afición. Muchos veían posible incluso ganar la Liga cuándo, hace poco más de un mes, se marcaron 4 goles al Madrid. Con tiempo, refuerzos más que necesarios –en defensa, Laporta, por favor– y toda una pretemporada, quién sabe qué puede hacer Xavi con una plantilla bien confeccionada.
Asimismo, son muchos los jugadores que –sobre todo con Koeman– han irrumpido en el primer equipo. Con tiempo Nico puede ser un relevo para Busquets, y Gavi parece destinado a ser una de les grandes estrellas del futuro. Además, la pareja Eric Garcia-Araújo, aún muy verde, es otro motivo para soñar. Los fichajes de invierno, además, han sumado muchísimo al equipo.
La temporada que viene será una nueva. Ansu Fati y Pedri estarán ya al 100% con el equipo: Los dos jugadores más importantes del futuro del club han sufrido lesiones este año. Si la directiva trabaja bien en un mercado clave, Xavi puede contar con un equipo que, en pocos años, vuelva a luchar por todo.
Para que esto ocurra, afición y equipo tendrán que ir a la una. No se pueden repetir en el Camp Nou imágenes como las del Frankfurt. Sin Messi, es inaceptable que se dependa de un solo jugador. Así pues, hay que dar tiempo a Xavi para imponer su visión del futbol en el equipo y a la directiva para incorporar futbolistas de calidad. Si se trabaja bien –que se hará– no hay ningunda duda que el Barcelona volverá a levantarse y a ganar títulos.
