Pese a las recientes victorias, el nivel del juego del conjunto azulgrana en los últimos partidos sigue sin ser el mejor
Una vez ya superada la semana trágica en la que el Futbol Club Barcelona quedó eliminado de la Europa League y perdió dos partidos en casa que le condenaron en liga, el conjunto azulgrana ha vuelto a la senda de la victoria, pero no ha podido recuperar aún el nivel de juego previo al parón de Marzo.
El equipo que dirige Xavi Hernández encadena ya tres victorias consecutivas, pero las sensaciones no son del todo buenas. Ante el Mallorca, en el Camp Nou, el equipo estuvo muy impreciso y no pudo desplegar su juego habitual, pero terminó ganando a duras penas por 2–1. Ante el Betis, en el Benito Villamarín, el Barça fue incapaz de dominar el partido y en ningún momento se sintió cómodo, pero la reaparición de Ansu Fati y el tardío gol de Jordi Alba permitieron que la “Xavineta” sumase otros tres puntos. Contra el Celta de Vigo, el juego ya fue desastroso. El Barça no tuvo capacidad alguna para generar peligro, y más allá de los goles, tan solo chutó una vez más entre los palos de Dituro.
Los datos lo confirman
Las estadísticas no siempre explican todo lo que pasa en el verde, pero muchas veces ayudan a entenderlo. En este caso en particular, los datos refuerzan esta idea. El Barça ha subido más de un 20% los toques por pase en los últimos cinco partidos. Esto no es todo, el Barça ha hecho muchos menos fueras de juego, lo que significa, de reojo, que busca mucho menos la profundidad. Sin profundidad, los interiores tienen muy poco espacio para recibir entrelíneas, y si encima no son élite en ello, como es el caso de De Jong, el equipo termina pagándolo.