Tras una aciaga temporada para los pericos, es el momento de buscar un entrenador con personalidad y carácter como Bordalás
El nombre de Diego Martínez suena fuerte en las apuestas como principal aspirante al banquillo del RCDE. Aún así, hay ciertas informaciones que no dan el acuerdo por cerrado y que le podrían situar en otro banquillo, como por ejemplo el del Valencia CF. El que fuese artífice del EuroGranada es bastante cotizado pese a llevar un año en dique seco. El actual inquilino del banquillo che podría quedar libre: José Bordalás.
Momento de generar un liderazgo fuerte
Sin duda Vicente Moreno ha cumplido sus objetivos: subió al equipo a Primera y lo ha mantenido en la siguiente temporada, aunque la apatía y falta de resultados en la segunda vuelta lo han lapidado. Ha dado la sensación de haber perdido el timón del vestuario y de no imprimir un carácter voraz en sus jugadores. Cuando estos vieron que la salvación se consumaría con la inercia del tiempo, dejaron de luchar, y eso es impermisible.
Es por eso que mi opinión se ampara en la necesidad de un líder fuerte, de carácter guerrero y espíritu luchador. Si bien es cierto que los equipos de Bordalás no tienen el fútbol más artístico o estético que se conoce, su principal característica es la voracidad y la intensidad. Algo que parece haberse perdido hace tiempo en Cornellà-El Prat, viviendo al amparo de los chispazos intermitentes de Darder y las dianas de RDT.
Este verano es propicio para una regeneración profunda
El hecho de que tanto el Director Deportivo como el entrenador fuesen fulminados a dos fechas del final del campeonato, debe significar un cambio real. Una nueva dirección deportiva e institucional para llevar al club de regreso a Europa, no tenerlo merodeando de forma errática por el fondo de la tabla.
Es mi opinión, y seguramente puede ser errónea, pero sin duda creo y afirmo que el Espanyol necesita un Bordalás.