El Villarreal superó al Atlético de Madrid en el estreno del renombrado ‘Civitas’ Metropolitano, en un partido donde las imprecisiones decidieron el rumbo del mismo
El Atlético de Madrid se golpea a sí mismo en el estreno del ‘Civitas’ Metropolitano. Pero, ni los malos son tan malos ni los buenos tan buenos, donde solo Carrasco removió el once de Getafe y el equipo no logró generar lo suficiente ni tan siquiera para llevarse un punto en el bolsillo.
Se espera una semana dura y de trabajo, donde el próximo lunes día 29 tendrá que visitar un duro estadio como es Mestalla. Se espera que se limpie la imagen dada en este partido, y donde tendrá que hacerlo con la duda de Savic que se retiró con molestias y sin Nahuel Molina (expulsado tras golpear a Álex Baena en los últimos minutos de encuentro).
Nahuel Molina y un debut para olvidar ante su afición
El lateral diestro argentino no tuvo su tarde. Una calurosa tarde de domingo en Madrid donde no se mostró como a él se le espera. Ese jugador ofensivo que demostró en Udinese y que tanto encantó a su míster, se dejó llevar ante un Villarreal que desesperó al Atlético de Madrid.
Empezando al ralentí desde atrás, donde Gerónimo Rulli se tomó con paciencia la salida del balón, siempre lograban encontrar a un jugador libre de marca con la camiseta ‘groguet’. Un desajuste que intentó arreglar Simeone en la pausa de hidratación de la primera mitad y al descanso pero que no evitó que el portero tocase el balón hasta en 54 ocasiones a lo largo del partido.
Esto obligaba a sus constantes subidas a la presión y dejaban a uno de los futbolistas amarillos libres de marcaje. Pero, tras el descanso y donde parecía mejorar en su juego, apareció un fallo garrafal tras un córner despejado, y donde cedió la pelota para que Yéremi Pino anotase el primer gol del partido.
Pero, esto no quedaría así. Todo fue a más y el Villarreal lograba desesperar por completo a los jugadores rojiblancos. Y aquí apareció, en el descuento, un cortocircuito del propio Nahuel, que, tras ser cortado por Álex Baena y discutir con él, golpeo con el puño al propio jugador y De Burgos Bengoetxea no dudó en su expulsión. Roja y el Atlético ya suspira porque no sea un castigo gordo por la misma.
Con la pólvora mojada en su estreno en casa
Pero, no solo la pobre actuación de Nahuel empañó el gran papel realizado en Getafe. Con las expectativas muy altas llegaba este Atlético de Madrid que no logró generar de manera constante ese peligro que sí mostró en el Coliseum Alfonso Pérez. Esa magia de Joao que hoy estuvo menos participativo que otros días, pero que espera mejorar ante el Valencia, fue anulada por la gran defensa por porte del submarino amarillo.
Además, una de las imágenes del partido, estuvo en la desesperación a la hora de iniciar la presión en la primera media hora de encuentro. Los defensas ‘groguet’ junto a Rulli lograron desesperar también a los atacantes rojiblancos que no lograban adaptar su presión a lo que propuso el Villarreal.
Además, en una cierta parte de la segunda mitad, con la entrada de Correa y Cunha, donde parecía mejorarse el juego rojiblanco, no se logró acertar sobre la meta situada en el fondo norte. Cunha primero y después Carrasco, hicieron lucirse al guardameta argentino quién salvó el empate sobre la misma línea de gol.
Opinión: Olvidarse del pasado y redefinir la visita a Mestalla
Y con esa euforia generada tras el grandísimo juego mostrado en Getafe, el Villarreal asestó un golpe de realidad a los rojiblancos. Si alguien esperaba que el Atlético se reconvirtiese a sí mismo y se fijase en el FC Barcelona de Guardiola, ese no va a ser el caso. Este es el Atlético de Madrid de Diego Pablo Simeone y si se cae, se levanta.
El siguiente encuentro les enfrentará frente a un Valencia que se llevó una inmerecida derrota en su visita a San Mamés. Un buen juego de los de Gattuso obligará al Atlético a aprender de sus errores y a explayarse al máximo si quieren lograr los tres puntos de su visita a tierras valencianas.
Ahora solo queda una máxima: la del trabajo y el sacrificio. Permitido está caerse, pero prohibido está el no levantarse. Los jugadores, desde el primero al último deberán rehacerse y relamerse sus heridas y salir a comerse el campo de Mestalla, si quieren revertir la situación. Pero, esto es muy largo y solo acaba de comenzar la Liga.