Pese a la complejidad de un calendario y sus números, el RCD Espanyol todavía tiene un filón de esperanza para la salvación
La abultada derrota contra el Barcelona y los bochornosos acontecimientos posteriores al partido han sido la escenificación de una temporada horrible para el Espanyol. Desde la pretemporada más temprana, con una planificación equivocada y llena de decisiones ilógicas, el conjunto perico ha ido cavando su propio pozo.
4 finalísimas en juego
Con dos rivales directos y otros dos enfrentamientos con equipos que ya no tienen objetivos sobre el tintero, el Espanyol afronta los últimos envites con un vestigio de esperanza puesto sobre todo, en lograr la victoria este domingo contra el Rayo Vallecano. Sobre el papel, será un partido extremadamente exigente en un bastión de primera como es Vallecas, aunque ambos llegan en situaciones variopintas.
Con un esquema definido desde que llegó Luis García: en el que Melamed ha asumido un rol de mediapunta claro, la recuperación y el trabajo ofensivo recaen sobre Darder y Suárez, este segundo sobre todo aún sin el ritmo exigible y algo falto de ideas. Con la necesidad de piernas y de un motor claro, podríamos esperar la entrada en el once de nombres como Vinícius Souza o Keidi Bare, ya que Gragera sigue recuperándose.
En defensa la situación ha sido dramática durante toda la temporada, ya que el único que ha dado el nivel ha sido César Montes, siempre acompañado de un intermitente Cabrera y escoltado por Oliván, la buena noticia –pese a las lesiones-. Tras el derbi quedó escenificado que el lateral derecho perico es dramático y es que ni Óscar Gil, ni Rubén Sánchez han dado el nivel, ambos con irregularidad física y apoyados por Pierre-Gabriel, una cesión sin pena ni gloria.
Joselu, la última esperanza con el ‘Zarra’ a tiro
Parece mentira por la trágica temporada vivida en Cornellà-El Prat, pero es que el conjunto perico puede reeditar el Zarra que ya le dio Raúl de Tomás el año pasado a los blanquiazules, y es que Jose Luís Mato suma 15 tantos y aún quedan cuatro partidos en juego. Su contribución aérea será clave para fijar y superar a los poderosos centrales de Iraola. Con cuatro finales en juego y con una afición exhausta pero fiel, el RCD Espanyol ve posible un lejano pero aún matemático rayo de esperanza.